De Casillas a Mata

Casillas, Diego López, Arbeloa y Mata tienen un vínculo: comparten orígen, la cantera del Real Madrid; La Fábrica, tal y como la definió Alfredo Di Stéfano. Pero una fábrica que, desde la llegada de Casillas a la portería blanca, en 1999, no ha conseguido que ninguno de sus productos se establezca con regularidad en el primer equipo. Fichajes de todo tipo, desconfianza en los jóvenes y una absoluta falta de interés del trabajo realizado con los chavales por la cúpula directiva del club obligó a que muchos de esos jugadores tuvieran que buscar su crecimiento futbolístico lejos de Chamartín.

"Siempre salen buenos futbolistas de la cantera, internacionales muchos de ellos", asegura José Miguel González, Míchel, su director hasta el pasado diciembre. La lista de los convocados para los partidos con Turquía por parte de Vicente del Bosque, quien también fuera responsable de La Fábrica, cuenta con esos cuatro canteranos. De ellos sólo Casillas juega en el Madrid. El resto juegan bien en España (Diego López en el Villarreal y Mata en el Valencia), bien en Inglaterra (Arbeloa en el Liverpool), todos con papeles relevantes en sus clubes. Preguntados ayer sobre su salida de la cantera, Mata y Diego López convinieron en que la decisión "fue buena". El portero fue más allá: "Ahora sería suplente y estaría viendo los partidos desde el banquillo".

El escaso papel dado a La Fábrica por el propio Madrid ha provocado que esta temporada el club, que cuenta en su plantilla con ocho canteranos, sólo vea a uno de ellos con La Roja. Listas anteriores de Del Bosque tampoco dieron protagonismo a los filiales del club madrileño que tratan de abrirse paso en el primer equipo. La excepción, De la Red, convocado para el amistoso en Dinamarca. Luis Aragonés tampoco los tuvo en cuenta. El anterior seleccionador también contó con el medio, hasta el punto de formar parte del bloque triunfador en la Eurocopa. Sin embargo, entonces militaba en el Getafe. Raúl, Guti, Cañizares, Soldado, Luis García, Mista, Víctor o Rivera entraron y salieron de sus listas. Menos los dos primeros, el resto eran emigrantes de La Fábrica. No tuvieron oportunidades y, como concluye Míchel, "sin confianza ni oportunidades, Raúl no habría llegado ni a la mitad de lo que es hoy".