Mourinho mira hacia abajo
El técnico portugués da continuidad a los canteranos Balotelli y Santon, claves en el Inter
Giuseppe Bergomi, Riccardo Ferri y Beppe Baresi son los últimos jugadores del filial del Inter que se hicieron un hueco en el primer equipo. Ha pasado una eternidad desde que, casi cuarentones, colgaran las botas (1999, 1994 y 1992, respectivamente) y nadie de la cantera ha vuelto a dar el gran salto. "Algunos han debutado, sí, pero han durado un par de partidos", reconoce Baresi, ahora segundo de José Mourinho al frente del conjunto. No parece que vaya a ser el caso de Mario Balotelli (19 años) y Davide Santon (18), dos productos de la casa que no sólo han tenido continuidad en la Liga, sino que han disputado también encuentros de la Champions.
Bergomi lo achaca a una nueva política de inversiones del presidente, Massimo Moratti, y Piero Ausilio, responsable de las categorías inferiores, a la capacidad para arriesgarse de Mourinho. "Moratti se ha dado cuenta de que el filial funciona si funciona el primer equipo y en los últimos cinco años ha invertido mucho dinero en las categorías inferiores. Ahora tienen un presupuesto con el que sueñan los demás clubes", analiza el ex defensa neroazzurro.
"Si no se invierte en los jóvenes, nuestro trabajo cae en el olvido", dicen en el filial
¿Pero antes no se recurría al filial porque no había talentos o porque vendían más las estrellas extranjeras? "La calidad del producto ha mejorado notablemente, pero, si no hay un Mourinho que decide invertir en los jóvenes y soltarlos a la boca del lobo en Old Trafford, nuestro trabajo cae en el olvido", advierte Ausilio. "Creo que Mourinho, además de disfrutar con los riesgos, ha sabido adivinar el momento justo para que estos chavales debutaran", comenta Bergomi.
El técnico portugués nunca se había distinguido por mirar hacia abajo. En el Inter dicen que este año dispone de una ventaja. "Tiene de segundo a Baresi, que hasta el año pasado era uno de los responsables de las categorías inferiores. Eso hace las cosas más fáciles", dice Roberto Samaden, que trabaja con los alevines neroazzurri y que descubrió a Santon cuando tenía apenas diez años.
Balotelli ya había debutado con el primer equipo de la mano de Roberto Mancini en diciembre de 2007 con tan sólo 17 años. En los juveniles duró doce meses. "Tuvimos que subirle de categoría porque tenía un nivel demasiado alto", dice Ausilio. Mourinho, conquistado por su "gran carácter, que le hace perder el respeto a cualquiera", le volvió a dar continuidad. "Ahora mismo es el talento más grande que tiene el Inter, pero debe aprender a comportarse y a ahorrarse ciertos gestos porque tarde o temprano le castigarán con patadas", sostiene Bergomi.
Si Balotelli es un talento heredado, Santon, en cambio, es un "descubrimiento" del entrenador luso. Se quedó con el primer equipo por su expreso deseo. "El verano pasado le mandamos a la pretemporada para hacer número y el segundo día Mourinho nos llamó y nos dijo: 'Este chico se queda conmigo", recuerda Ausilio. "Ha jugado de delantero toda la vida. El año pasado, en el filial, le probaron de terzino y en seis meses ha aprendido a ser defensa. Es diestro, pero Mourinho lo utiliza en la banda izquierda", añade. "Necesitaba un técnico que le diera confianza. Estoy convencido de que dentro de diez años se convertirá en el nuevo Facchetti. No tiene miedo y no se arruga", dijo el portugués el día que le hizo debutar.
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