Pedrosa se deja la piel
La microcirugía y un injerto de tejido en la rodilla aceleran la recuperación del piloto
El sábado se presentó el equipo oficial de Honda que tomará parte en el Campeonato del Mundo de MotoGP. El acto se celebró en el Palacio de los Deportes de Madrid, donde minutos después se disputó la última prueba del Mundial de trial indoor, que ganó Toni Bou. Al acto acudió el italiano Andrea Dovizioso, contratado a finales de la temporada pasada y que este año compartirá el box de la estructura más poderosa del certamen con Dani Pedrosa. El español no estuvo en Madrid físicamente, aunque sí lo hizo de forma virtual mediante una videoconferencia. Desde hace una semana, Pedrosa se ha instalado en casa de sus padres, en Castellar del Vallès, donde se recupera de la última operación, que se le practicó el pasado día 4.
Se trata de un injerto de piel vascularizado en la cara interior de la rodilla izquierda, una intervención que años atrás suponía un calvario para el paciente, que precisaba de un periodo de recuperación muy largo y, en ocasiones, de varias tentativas. Entonces, el cirujano recurría a un pedazo de otra zona del cuerpo para cubrir el agujero. El problema del injerto libre radicaba en que el tejido aplicado carecía de riego sanguíneo y se moría. Randy Mamola tiene una gran cicatriz en su espinilla derecha. "No noto nada, es una zona muerta", asegura el ex piloto mientras pasa su mano por encima; "además, tardé dos meses en recuperarme". Gracias a la microcirugía, Pedrosa se subirá a su Honda el próximo 12 de abril, en Qatar, cita de la primera carrera del Mundial de 2009.
"El microscopio hace posible practicar los injertos vascularizados", explica el doctor Xavier Mir, jefe de la unidad de cirugía de la mano del Instituto Dexeus y quien operó a Pedrosa junto al cirujano plástico Bartolomé Ferreira; "en la intervención que le hicimos a Dani, tuvimos que abrirle la parte interior del muslo y, sin cortar la arteria, llevar el segmento que nos interesó a la zona sin tejido". Aunque no fue el caso, la microcirugía también habría permitido empalmar la arteria en el caso de haberla tenido que cortar. "Para saber qué pedazo de piel hay que buscar, se hace un eco doppler, una especie de ecografía que detecta dónde está la arteria. Y, una vez hecho el injerto, se hace otro doppler, éste de seguridad, para comprobar que hay circulación", ahonda el cirujano. Y prosigue: "Luego, sólo tuvimos que cerrar el agujero del muslo, pero, como se trata de una zona de tejido bastante elástico, no hubo problema".
Aunque con una protección de yeso, Pedrosa ya apoyaba el pie en el suelo cinco días después de pasar por el quirófano. A la semana ya andaba sin muletas y, según el propio Mir, a mediados de ésta comenzará la rehabilitación. Todo ello, enfocado a Qatar. "Tendrá que comenzar a estirar para que el injerto vaya cogiendo elasticidad y también deberá trabajar la musculatura de las piernas porque algo habrá perdido, seguro", concluye Mir.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.