Lores reprocha a Beiras que plantee la crítica fuera del BNG
Xosé Manuel Beiras decía el pasado miércoles, tras plantear la dimisión en bloque de la Executiva Nacional del BNG, que no quería "guerras civiles internas". Pero su comparecencia ante los medios de comunicación para reivindicar la necesidad de "refundar" el partido ha servido en bandeja la batalla. Ayer mismo, Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra (el único nacionalista de las siete grandes ciudades gallegas), dejaba patente su malestar por estas declaraciones. "Es una pena que el señor Beiras no hiciera esas valoraciones, interpretaciones u opiniones dentro del organismo al que pertenece, que es la comisión ejecutiva del BNG", manifestó. Beiras no asistió a la ejecutiva del pasado lunes.
El regidor pontevedrés, que forma parte del Consello Nacional del Bloque, no ocultó su malestar respecto a las formas elegidas por el sector crítico que lidera Xosé Manuel Beiras, Encontro Irmandiño, para plantear la convocatoria inmediata de una asamblea que "devuelva la voz a la militancia" dentro del BNG.
Por otro lado, Lores dejó ver cierto sosiego tras escuchar al próximo presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, hablar del hospital único para la ciudad cuyo futuro dependerá del estado de las arcas públicas. Y es que apenas unas horas después de conocerse la victoria del PP en los comicios autonómicos, Telmo Martín, presidente local del partido, ratificaba su apuesta por paralizar la ampliación del centro hospitalario de Montecelo y construir un nuevo edificio partiendo de cero.
La "sensatez" de Feijóo
Estas afirmaciones sembraron la inquietud en el bipartito pontevedrés, ya que se trata del gran proyecto del gobierno de Touriño para la capital, que entiende esta actuación como una demanda prioritaria de la ciudadanía. De hecho, las federaciones vecinales la sitúan en el primer puesto de su lista de objetivos. Lores señaló que las palabras de Feijóo le parecían más sensatas que las del portavoz municipal, que no dudó en telefonear el mismo lunes a su jefe de filas para trasladarle la necesidad de paralizar las reformas de Montecelo, que aborda ya el proceso de expropiación.
El alcalde de Pontevedra se refirió también a la salud del bipartito local y recordó que "todas las cuestiones son susceptibles de mejorar", tras los últimos roces vividos en el seno del gobierno municipal. El último, a raíz de la puesta en marcha de una línea de transporte urbano anunciada por una concejala socialista en plena campaña electoral.
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