El puerto de Alicante levantará barreras antipolución
Tras años de polémicas y manifestaciones ciudadanas, el puerto de Alicante empieza a dar pasos hacia una reconciliación. El presidente de la Autoridad Portuaria de Alicante, Miguel Campoy, presentó ayer el Plan de Integración Urbana del recinto, un documento de propuestas para que el puerto se acerque "más a su ciudad". Entre las medidas previstas hay diversas destinadas a corregir el impacto de la actividad portuaria. La más destacada será la instalación de pantallas cortavientos, barreras que se instalarán en tres meses y que tendrán una altura de 12 metros y una longitud de más de 150 metros que envolverán el muelle 17 (donde se realiza la carga y descarga de graneles).
El plan se aplicará en tres fases y costará este año casi 1,36 millones de euros, un 25% de lo que se invertirá. El documento también prevé la creación "de una red verde" que sirva de zona de transición entre las viviendas y el puerto, y que se extenderá en la fachada sur a lo largo de más de un kilómetro. Campoy defendió la integración urbana como "prioridad".
Las medidas fueron enunciadas hace diez días a la Plataforma en Defensa del Puerto. Ayer, el portavoz de la plataforma, Eliseo Fernández, calificó el plan de positivo pero insuficiente. Fernández, que valoró la actitud de diálogo de Campoy, explicó que las pantallas son más bajas que las montañas de graneles, que alcanzan incluso 25 metros, y por tanto, no lograrán frenar toda la polución que el viento arrastre. Por ello piden medidas más resolutivas. En cualquier caso, la plataforma valora la iniciativa "porque es un primer paso de muchos que hay que dar todavía".
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