"Estoy legitimado para liderar el cambio"
El crecimiento en escaños del PSE y los resultados del PP y UPyD hacen posible desalojar a Ibarretxe - López: "Mañana empieza a hacerse la Euskadi de todos"
Hasta que no dieron las 22.22, los militantes y simpatizantes del PSE-EE no se atrevieron a gritar por primera vez en el Hotel Domine de Bilbao su ya clásico "Ari, ari, ari, Patxi lehendakari. El ascenso socialista era imprescindible para el cambio en Euskadi. Y ese ascenso se había conseguido, al pasar de 18 a 24 diputados en la Cámara vasca y sumar 40.000 votos más que en las elecciones de hace cuatro años. Con ese resultado, que el PSE espera aumentar a 25 escaños gracias al voto de los residentes en el extranjero, el candidato recalcó: "Me siento legitimado para liderar el cambio". Sin embargo, el cambio depende también de otras fuerzas y el PP había empezado muy flojo el recuento, que luego remontó.
Hasta las 22.22 no se oyó el primer grito de "Ari, ari, ari, Patxi 'lehendakari"
El PSE logra el mejor resultado de su historia en unas autonómicas
El PSE-EE de Patxi López, aupado en los buenos resultados cosechados en las pasadas generales y en forales, esperaba retener la mayoría de los 430.690 votos que sacó el 9-M. Al final se quedaron en 315.893, pasando de 22% al 30% frente a las anteriores autonómicas. Y soñaba con volver a la foto fija de 1986, cuando el entonces candidato socialista Txiki Benegas ganó al PNV en escaños (19 a 17), aunque no en votos. Ayer no venció en escaños a Ibarretxe, pero su fuerte aumento en representantes puede aupar a su candidato a la presidencia. El de anoche es el mejor resultado de los socialistas en unas autonómicas, tanto en votos como en parlamentarios.
El escrutinio final de infarto acercó a última hora uno de los nubarrones menos deseados por el PSE: la necesidad de sumar el escaño del partido de Rosa Díez (UPyD) para llevar a López a Ajuria Enea, la peor hipótesis para los estrategas socialistas. Excluido el mundo político que apoya a ETA, el voto constitucionalista daba la vuelta a la tortilla y hacía posible el lema de campaña de los socialistas: "Patxi lehendakari". Y, sobre todo, hacer realidad el cambio. "Mañana empieza a hacerse la Euskadi de todos y todas", recalcó López. Una Euskadi que la suma del voto constitucionalista, mayoritario por primera vez en la Cámara, puede hacer posible. A las 22.30, los gritos de "Ari, ari, ari, Patxi lehendakari, dieron paso al "Se nota se siente, el cambio está presente" en el hotel talismán para López desde que asumió las riendas del partido en marzo de 2002.
Guipúzcoa, el territorio donde el PSE había logrado dos grandes victorias en los últimos comicios (generales de 2008 y forales de 2007) le dio ayer en parte la espalda, apunado al PNV.
Los socialistas vascos llevaban peleando durante toda la campaña el escaño décimo en Álava, el noveno en Guipúzcoa y el octavo o noveno de Vizcaya. Diversos dirigentes del PSE esperaban que sus graneros de voto en Guipúzcoa y en Álava se movilizaran al máximo para pegarse cuanto más mejor a un PNV que ha conseguido remover durante la campaña del letargo en que estaba. Pero el electorado guipúzcoano del PSE no aguantó el envite.
Fuentes de la dirección socialista que durante la campaña veían muy fuerte a Aralar, consideran que el ascenso de una izquierda abertzale que reniega de ETA es muy beneficioso para Euskadi. Y puede suponer, además, a medio plazo, según las mismas fuentes, una reflexión entre los sectores más proclives a forzar un abandono definitivo de la violencia. A las 22.40, la euforia se desbordó en el hotel, los presentes acariciaban el cambio.
Y los cerdos pueden volar
Cuando las cosas se tuercen para el tripartito vasco, difuminado ayer en las urnas, en una noche electoral hasta los cerdos pueden volar en Euskadi. Ésa podría ser una buena forma de resumir las sensaciones en las que se movían anoche los socialistas vascos que saben de encuestas y sondeos. Una profesión de infarto ayer en el Hotel Domine -que revalido su status de lugar talismán para Patxi López- para especialistas en israelitas como Melchor Gil y el jefe de campaña del PSE-EE, Rodolfo Ares. Ambos veían cómo el baile de escaños con EB en Vizcaya durante buena parte de la noche o con EA en Álava en el último momento por un puñado de votos, algo que se prolongó durante buena parte de la noche, acercaban y alejaban la posibilidad de cambio.
Un mensaje de sms había calentado por la mañana algunos móviles. "Los cerdos han despegado (stop). Todo preparado (stop). Destino Ajuria Enea (stop). Estación Esperanza, pásalo". La broma de los cerdos volando, acuñada por el peneuvista Josu Erkoreka durante la campaña, parecía anoche factible. López no ganó las elecciones a Ibarretxe, pero su candidatura puede sumar la mayoría absoluta entre las formaciones constitucionalistas. Es cierto que la distancia de seis escaños entre PNV y PSE era más de lo previsto. Pero, a las 23.02 sonaba Working on a Dream y el sueño de Lopez y de su esposa, Begoña Gil, con la que salió abrazado, echaba a andar. Por eso el candidato lo dejó claro: "No renuncio a presentar mi candidatura y a recabar los apoyos para ser el próximo lehendakari".
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