Agüero pega el bajonazo
El delantero, "flojo" físicamente, no ha jugado ningún partido entero con Abel y sólo suma un gol en 11 encuentros en 2009
Las bromas dieron paso a las caras enfurruñadas. "¡El Kun es papá! ¡El Kun es papá! ¡Los lloros de Benjamín no le dejarán dormitar!", bromeaba con Agüero el clan de los argentinos del Atlético antes del entrenamiento del lunes. La víspera del partido con el Oporto (2-2), el delantero soñaba con festejar su reciente paternidad "con un partidazo". "Me encuentro mejor, más descansado y con muchas ganas de ayudar en lo que pueda al equipo. Voy a saltar al campo sin problemas, motivado y con muchas energías", insistió el jugador, de 20 años. Pero la grada del Calderón se quedó esperando.
"Es un portento en todos los aspectos, pero no está como esperábamos", resume Abel, al que no le tembló el pulso cuando metió a Sinama-Pongolle en su lugar. Corría el minuto 55, y una pitada monumental congestionó los tímpanos del sucesor de Javier Aguirre. "Le cambié porque estaba teniendo problemas con los centrales y necesitábamos más posesión", insistió. "Le faltaba ritmo. El chico chocaba con ellos y salía trastabillado", añaden "muy preocupados" los ayudantes del preparador manchego, conscientes de que el goleador ha perdido la puntería y le pesan las piernas.
Los nubarrones que asolan a Agüero, que se marchó a la ducha tras figurar apenas dos minutos junto a Camacho, Heitinga, Pernía, Coupet, Maniche y De las Cuevas en el banquillo, incomodan en el vestuario. "No creo que sea una situación muy grave cuando no se ha comentado nada en el vestuario", restó trascendencia Pablo. "El partido en general fue un horror, pero debemos sacar en positivo que el míster no se casa con nadie. Hay que tenerlos bien cuadrados para cambiar al Kun, aunque no te convenza, ante tu gente", consideran en los despachos del Manzanares. Que el Kun dejara el césped apenas iniciada la segunda parte fue una sorpresa a medias: Agüero no ha disputado entero ninguno de los cuatro partidos que cuenta Abel en el Atlético. En su debut en Huelva, le cambió en el minuto 87 por Banega. Ante el Getafe metió en su lugar a Sinama en el 66, en un adelanto de lo que ocurriría contra el Oporto. Y ante el Sevilla calentó banquillo hasta que entró por Maniche a falta de 20 minutos. "Nos lloverán palos, pero teniendo en cuenta cómo estaba en el Sánchez Pizjuán se puede decir que le hicimos un favor", sostienen en el cuerpo técnico. Irónicamente, la pareja titular del ataque del Atlético mejora sus registros respecto a la pasada temporada, en la que se repartieron 34 goles. En 23 jornadas de Liga, Forlán ha marcado 14 dianas y Agüero 10, mientras a estas alturas de la campaña el Kun sumaba nueve y el uruguayo siete.
En los 15 encuentros de Liga que Agüero y Forlán han coincidido este curso desde el inicio, el Atlético ganó en ocho casiones, empató en tres y perdió en cuatro. Ahora, con Agüero desaparecido, Forlán es el principal sostén del Atlético de cara a puerta. Mientras, el Kun sólo ha marcado un gol en los 11 partidos que van de año -al Recreativo en el 0-3 de Huelva, la única victoria desde el 21 de diciembre-.
"No sabemos hasta qué punto ha influido en su rendimiento el nacimiento de su crío el pasado jueves, cuando llegó a toda prisa a la clínica a las seis de la mañana y vivió muchos nervios, pero no hay dudas de que, físicamente, Agüero está flojo", zanjan los responsables del banquillo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.