"No sería sostenible tener a uno de cada cinco ciudadanos en paro"

Simón Pedro Barceló (Mallorca, 1966) preside desde mayo pasado el Instituto de la Empresa Familiar, plataforma de un centenar largo de compañías de capital familiar cuyo negocio equivale al 15% del producto interior bruto (PIB) español. Tras su paso por la política como senador del PP, Barceló ha hecho su carrera empresarial en uno de los principales grupos turísticos del país, propiedad de 11 accionistas, primos entre sí, que quieren mantener el 100% del capital en casa. Preside Barceló Corporación Empresarial.

Pregunta. En 2008, España estrenó caída del número de turistas. ¿La crisis mata la gallina de los huevos de oro?

Respuesta. No. Es un dato importante y no es positivo. Pero los hoteleros hace tiempo que llamamos la atención sobre otros factores, como la duración de la estancia o los visitantes. No es justo trasladar la sensación de que la dificultad nos hace dejar de ser un destino preferido.

"Tenemos que convencer a la banca para que confíe"

"Si una empresa entra en apuros, aunque el despido sea caro, despide"

"Aún queda mucho trabajo para hacer del turismo una prioridad nacional"

"¿Spanair? El sector aéreo es complicado. En manos expertas puede ser rentable"

P. Pero la crisis llega en pleno reto de competir con nuevos destinos con precios competitivos...

R. El turismo tradicional, el vacacional puro, ha seguido yendo bien en España. Y, a la vez, España ha sabido diversificar con productos en el campo del deporte, el bienestar, la naturaleza, la cultura, el turismo urbano... Además, las distintas Administraciones españolas están haciendo un esfuerzo importante para potenciar la promoción y la mejora de las infraestructuras. Pero aún queda mucho trabajo para que empresarios y Administración hagan del turismo una prioridad nacional.

P. ¿Es necesario que un ministro llame a los españoles a pasar sus vacaciones en España para ayudar a la economía?

R. Hace 30 años dependíamos de los extranjeros. Pero hoy más de la mitad de nuestros clientes son los propios españoles... Debemos darles buen servicio para que siga así.

P. La patronal hotelera CEHAT habla de gran caída de precios y rentabilidad. ¿Irá a más?

R. La pérdida de rentabilidad empresarial en el sector turístico es uno de los grandes problemas. Ya fuera, antes, porque los costes y gastos crecían por encima de los ingresos y de la inflación o, ahora, porque se reducen los ingresos. En parte, es lógico por la madurez del destino. Pero somos un destino con mayor dificultad para atraer inversión... si uno depende sólo del mercado nacional.

P. De ahí el proceso de internacionalización de las cadenas.

R. Sí, pero éste es un sector muy atomizado. El mayor actor, Sol Melià, tiene un 5% del mercado. Barceló tiene un 2%. Eso significa que seguiremos creciendo en España, tanto en el segmento urbano como en el vacacional, aunque nuestro mayor crecimiento viene del exterior. Estamos en 20 países, y creceremos tanto allí como en otros nuevos, como Francia o Italia. La prioridad es Europa y América, incluido EE UU.

P. Tal como está el patio, ¿contemplan adquisiciones en 2009?

R. No creo. Iremos abriendo nuevos hoteles este año, pero no haremos ninguna compra importante. Son momentos para revisar decisiones. Íbamos a empezar un hotel en Hamburgo y lo retrasaremos a 2010. Y eso son 15 millones de euros. En crecimiento podremos cumplir con los objetivos de nuestro plan estratégico (llegar a 200 hoteles e invertir 1.000 millones entre 2005 y 2010). En rentabilidad, en 2009 y 2010 nos quedaremos por debajo, pero los años previos estuvimos por encima. En 2008 crecieron un 20% nuestros ingresos, pero porque aumentó el tamaño de la empresa. Comparados con los que teníamos de los hoteles de 2007, bajaron un 5%.

P. ¿Se atreve a ponerle fecha al final de la crisis?

R. Nadie sabe. Pero no hemos tocado fondo. Seguramente lo haremos en el segundo semestre. Creo que en 2010 veremos alguna señal de recuperación.

P. ¿Se han planteado entrar en Spanair? ¿Le ve futuro?

R. No conozco el proyecto lo suficiente. Nosotros fuimos socios de Air Europa y ahora somos accionistas de Apple Vacations, que tiene una aerolínea con 10 aviones. Es un negocio complicado, con mucha volatilidad. En manos de gente experta, puede ser rentable. Es importante que las aerolíneas que trabajan en las ciudades donde tengamos presencia tengan actividad. Pero no tenemos voluntad ni de gestionar una aerolínea. No sé cómo les irá. Ojalá tenga sentido, aunque creo que lo que vamos a ver en España y en todo Occidente es una menor capacidad de transporte.

P. La empresa familiar, que suele estar menos endeudada, ¿sufre la falta de crédito?

R. Estamos en un momento de reducción de crédito, aunque Barceló no ha tenido restricciones. No creo que haya una voluntad por la banca de ser ahora más celosa a la hora de dar crédito. Pero la banca revisa más tiempo y pasa por más mesas cualquier operación empresarial. Falta que la liquidez adicional facilitada a las instituciones financieras españolas se acabe trasladando a los consumidores y a las pymes. Reclamamos que el Gobierno se emplee a fondo para que sea realidad. Tenemos que convencer a la banca de que nuestros proyectos son atractivos para que confíe.

P. La CEOE pide que se abarate el despido. ¿Y usted?

R. Lo primero, debemos recuperar valores de empresa familiar, como del esfuerzo, el trabajo, la ética o la constancia. Debemos olvidarnos del pelotazo y del beneficio rápido. Vienen años de mucho esfuerzo y de un crecimiento más moderado. La prioridad debería estar en que no se perdieran más empleos. Así que nuestra propuesta al Gobierno ha sido abaratar el empleo, no abaratar el despido. El Gobierno debería analizar si no resultaría mejor para el país tener unas cuotas de la Seguridad Social inferiores en lugar de atender unos mayores gastos sociales vía desempleo.

P. Parece que el Gobierno lo contempla.

R. Al Gobierno le inquieta el déficit. Pero debe hacer cálculos. Es como el turismo subvencionado para mayores. Cada euro que se gasta el Gobierno en ese programa revierte en un euro y medio más de ingresos para las Administraciones. Cuando una empresa entra en dificultades, incluso siendo caro el despido, despide. Soy partidario de abaratar el empleo, no el despido. Debemos luchar para no acercarnos al 19% de paro. En España no podríamos soportar tener uno de cada cinco ciudadanos en paro. No sería sostenible.

P. ¿Alguna otra receta?

R. Que todos intentáramos reducir los niveles del absentismo laboral. Son los más altos de Europa y eso es un elemento de injusticia sociolaboral importante. Ah, y si hay un momento en que se justifica recuperar la deducción fiscal por la reinversión de beneficios es ahora. Pero recuperar el empleo es lo primero. No tanto pensar en escenarios de despidos.

P. Existe un vivo debate: más flexibilidad en el mercado laboral.

R. España tiene en el ámbito económico asignaturas pendientes en flexibilidad. Es todo difícil y complejo con las Administraciones a distintos niveles... Es un momento en que se podría pensar en aligerar el peso de la Administración Pública sobre ciudadanos y empresas para ser más competitivos.