La abstención amenaza al bipartito

La reválida del bipartito depende de la participación. Más concretamente de que los votantes que en 2005 se movilizaron para apoyar al BNG y al PSdeG vuelvan a las urnas. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecha pública ayer refleja que para el PP no es inalcanzable la mayoría absoluta, de la que apenas le separan dos o tres escaños. Este estudio, así como los que se han llevado a cabo por encargo de los partidos en las últimas semanas, refleja no sólo la solidez del voto conservador sino el hecho de que la mayoría de electores que aún no han decidido acudir a las urnas se mueven en la órbita del bipartito, sobre todo del PSOE.

A la vista de estos datos, la abstención se ha convertido en el enemigo a batir por el bipartito. Sus líderes ya han comenzado a los llamamientos a la participación. La necesidad de garantizar la continuidad del cambio será el principal mensaje que PSdeG y BNG repetirán en sus mítines desde hoy hasta el 27 de febrero.

Para confeccionar su encuesta, el CIS entrevistó a 3.000 personas entre el 15 de enero y el 2 de febrero, antes de que el número uno del PP por Ourense se viese obligado a renunciar por haber ocultado a Hacienda que cobró una comisión de 240.000 euros en una cuenta de las Islas Caimán, y antes también de que se hiciese pública la investigación del juez Baltasar Garzón en torno a una supuesta trama de corrupción vinculada al PP.

La encuesta concluye que el PP va a seguir siendo el partido más votado (con uno o dos escaños menos), pero al mismo tiempo otorga a PSdeG y BNG ventaja suficiente como para renovar su acuerdo de coalición (los socialistas tendrían dos diputados más y los nacionalistas perderían uno o ninguno). El PSdeG ganaría sus dos escaños por A Coruña y Ourense, a costa del PP y del BNG, respectivamente. Los nacionalistas, siempre según el CIS, estarían en situación de ganar un diputado por Lugo, que perderían los populares. Pontevedra, a la que los partidos otorgan una importancia capital porque es la circunscripción en la que más impacto puede tener la crisis económica, no registraría cambios.

El CIS atribuye al PSdeG más intención directa de voto (24%) que al PP (23,3%), pero corrige después esta proporción a la vista de otros parámetros. Su estimación de voto para el PP es del 43,1% y para el PSdeG del 33,2%. En el caso del BNG, la encuesta detecta una intención directa de voto del 12,2%, que eleva después al 18,3%, una vez adjudicados los indecisos. Por detrás, muy por debajo del 5% que la ley exige para entrar en el reparto de escaños, se quedan la Izquierda Unida de Yolanda Díaz y la Unión Progreso y Democracia de Rosa Díez, ambos con un exiguo 1,5% de estimación de voto.

No obstante, todo apunta a que el resultado final va a depender de lo que decidan el 19,8% de los electores que, según el CIS, la semana pasada aún no sabían a quién votar, a los que hay que sumar el 9,6% que no contestó a los encuestadores, lo que eleva la incertidumbre al 30%. Los indecisos se debaten sobre todo entre el PP y los socialista (23,5%). Otro 6,8% duda entre los populares y los nacionalistas y un 19,6% no sabe si elegirá al PSdeG o al BNG.

Con independencia del partido al que votarán los entrevistados, un 40,3% de ellos cree que será el PSdeG quien gane las elecciones y apenas el 25,2% apuesta por el PP. No obstante, esta diferencia se reduce notablemente cuando se pregunta quién prefiere que gane: el 29,7% dijo que los socialistas y el 27,7% se inclinó por los populares. El CIS concluye que más de la mitad de los gallegos (50,1%) está a favor de un cambio de gobierno y que la mayoría (44,4%) se opone a una repetición del bipartito. Los datos de evaluación de líderes sólo aprueban al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, con un 5,33. Anxo Quintana (BNG) y Alberto Núñez Feijóo (PP) empatan a 4,6. El CIS confirma además que la apuesta presidencialista del PSdeG tiene base en las encuestas: el 29,8% de los entrevistados prefiere a Touriño como presidente, casi 6 puntos porcentuales más que los que estarían más gusto con Feijóo. La mayoría califica la gestión del bipartito como regular (50,8%), pero no es más condescendiente con el PP: el 38,2% consideran mala o muy mala su labor en la oposición.