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Reportaje:

Martha Rosler cuestiona la vida americana

La artista neoyorquina se sumerge en lo cotidiano desde el feminismo y cargada de humor

La casa, la calle y la cocina centran la última muestra de la artista neoyorquina Martha Rosler, que hasta el próximo 12 de abril puede visitarse en el Centro José Guerrero de Granada. Las 70 piezas expuestas fueron creadas entre 1977 y 2008 por Rosler, una de las creadoras más influyentes de la escena internacional contemporánea. Nacida en Nueva York en 1943, Martha Rosler ha planteado siempre una crítica de los mitos y realidades de la cultura occidental hasta llegar a deconstruir el famoso American way of life, investigando los contextos socioeconómicos y los problemas que dominan la vida cotidiana desde un enfoque feminista cargado de ironía y sentido del humor.

La exposición, titulada La casa, la calle, la cocina, "pretende ser una reflexión sobre los principales temas que recorren su trayectoria, un tránsito entre lo interior y lo exterior, sin llegar a ser una retrospectiva", explica la directora del Centro, Yolanda Romero, quien insiste en la enorme influencia de la obra de Rosler sobre diversas generaciones de artistas contemporáneos. La muestra se estructura en torno a tres pilares: los espacios privados con la casa como paradigma, lugar de refugio de la familia y reflejo de entramados sociales; la construcción del espacio público, la calle, como territorio en constante definición; y la cocina, espacio ocupado por la mujer, que padece sus constricciones y obligaciones, y lugar de elaboración de la comida, con las connotaciones que puede tener en relación al despilfarro y consumismo de Occidente.

La casa no es simplemente para Rosler un espacio habitable, sino que se trata de un lugar marcado por elementos de carácter político, social y económico en el que se plasman las distintas funciones sociales. Así se puede contemplar en la serie de fotomontajes House beautiful. Bringing the war home, realizada entre 1967 y 1972, donde Rosler desvela los profundos valores belicistas en los que se asentaba parte de la sociedad norteamericana en plena guerra de Vietnam.

Rosler introdujo en imágenes publicitarias de las casas y mansiones norteamericanas fotografías documentales con fragmentos de la realidad traumática y de la violencia de la guerra en Vietnam. Por último, la artista norteamericana emplea la cocina para cuestionar las normas y convenciones machistas, ironizando sobre los estereotipos que han relacionado a este espacio con las mujeres.

En el Centro José Guerrero. Hasta el 12 de abril. Granada. De martes a sábado, de 10.30 a 14.00 y de 16.00 a 21.00. Domingo, de 10.30 a 14.00. 1 euro.

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