"Buen resultado, mal campo"

El Mallorca habló del árbitro, Muñiz Fernández, antes del partido por boca de su presidente, Mateo Alemany, que dijo sentirse preocupado por el arbitraje en general, y después por la de su técnico, Gregorio Manzano: "Mis jugadores están indignados con el colegiado". "Trejo me ha dicho que Márquez le ha reconocido que le hizo penalti", añadió al referirse a la última jugada ofensiva de su equipo. También se lamentó de que recibieran tantas tarjetas amarillas: "Que salgamos con siete jugadores amonestados de un duelo tan noble es exagerado. Nos condicionó". Pero avisó de que no se dan por vencidos. "El gol de Márquez da mucha ventaja al Barça, pero pelearemos por estar en la final. Es difícil meterle tres goles, pero no imposible. Cosas mas raras se han visto", dijo Manzano, consciente de que los azulgrana no pierden por una diferencia semejante desde que visitaron al Madrid en la tempora pasada: 4-1.

También lo sabe Pep Guardiola, pero tampoco se fía. "Eso [la goleada sufrida en el estadio Bernabéu] es pasado. No hay nada decidido. Es un buen paso ganar por 2-0, pero la eliminatoria no está decidida", advirtió el entrenador del Barça, que compareció en la sala de prensa con la voz rota. Y es que gritó mucho. "Demasiado, más de lo normal", confesó. Pero no fue por jugar mal. "Es que estaba más animado y, cuando me animo, grito mucho", explicó antes de afirmar que se sentía "satisfecho" del juego y el marcador: "Habría querido ganar por más, pero es un buen resultado".

A Guardiola le gustó el orden mostrado por el Barça y justificó el que no se crearan más ocasiones claras: "Nosotros intentamos lo mas difícil, que es atacar. Puede que no hayamos estado muy finos, pero el campo estaba excesivamente rápido y tampoco es fácil jugar contra un equipo que mete a nueve jugadores en su área. Defenderse es más fácil".

Como sus jugadores, Guardiola criticó el estado del césped, pero esta vez no por estar seco como ocurrió la pasada semana: "Estaba muy rápido". "Resbalaba mucho. No era fácil controlar el balón", insistió Márquez. "El terreno estaba muy blando por abajo", razonó Gudjohnsen.

Los protagonistas criticaron con igual énfasis el césped que el triunfo obtenido finalmente. "Lo mejor es no haber recibido ningún gol", puntualizó Sylvinho. "Prefiero eso, dejar nuestra portería a cero, a haber metido el tercer tanto", agregó el brasileño, que puso buena nota a su equipo "por lo atento que ha estado en las contras del Mallorca". "Apenas han llegado", se jactó Busquets, que negó que el Barça tuviera un pie en la final: "Queda un partido y puede pasar cualquier cosa. Hemos de ir a Mallorca a meter un gol, Eso sí puede ser decisivo". Y Márquez ahondó en la misma teoría: "Quedan 90 minutos y la ventaja es buena, pero no podemos pensar que ya está todo hecho".