"El fútbol lo juego, no lo hablo"
La figura espigada y recia de Frédéric Kanouté resulta menos imponente cuando se sienta en un poyete de la ciudad deportiva del Sevilla. Con un gorro calado hasta las cejas, el delantero malí habla desde la biografía de Obama, Los sueños de mi padre, hasta las razones que le llevaron a denunciar el ataque israelí a Gaza con una camiseta de apoyo a Palestina, acción que le costó 3.000 euros de multa de la federación española. Hoy (21.00, La Sexta) recibe al Athletic en las semifinales de la Copa.
Pregunta. ¿Por qué el apoyo a Palestina?
Respuesta. No vamos a preguntar a todas las personas que han hecho manifestaciones por qué lo hacen. ¿Por qué se me tiene que hacer esta pregunta? Es algo normal. La atención se ha centrado en mí, pero también lo buscaba. No se podía callar frente a tanta atrocidad. Solamente era mi deber humano intentar poner un granito de arena. Y la mejor forma de hacerlo era en el campo. No me arrepiento. Si tuviera que hacerlo otra vez, lo haría.
"Mi apoyo a Palestina no era un mensaje político ni religioso, sino contra una atrocidad"
"Lo sucedido con Obama no lo veo en Francia o España hasta dentro de un siglo"
P. ¿Y la sanción?
R. No la entiendo. La federación se equivoca muchísimo porque, cuando ocurren barbaridades así, creo que es políticamente correcto denunciarlas.
P. Los estatutos lo prohíben.
R. Asumo la responsabilidad de una sanción. Pero era una convicción que tenía y no me importaban las consecuencias.
P. ¿Recibió apoyos?
R. Muchos. De gente anónima, de empresas, de organizaciones, de asociaciones... También de compañeros como Keita [centrocampista del Barça]. Mi apoyo a Palestina no era ni un mensaje político ni religioso, sino contra una atrocidad.
P. Pero el islam influye mucho en su comportamiento.
R. No por ser musulmán voy a defender a una persona aunque haga cosas malas. Lo hago todo por convicción. Si fuera otra religión, lo haría igual. Mi fe musulmana me ayuda a ser justo y actuar según mi conciencia.
P. ¿Qué le llevó a convertirse a la fe musulmana?
R. Desde pequeño, he pensado en cosas metafísicas. Pero no me interesó la religión hasta los 19 o 20 años. Empecé a aprender el islam y me convencí de que era la vía más natural.
P. Su padre es de Malí, un país musulmán.
R. Sí, pero en Malí tengo una parte de la familia que es cristiana. Y otra, musulmana.
P. ¿Con qué país se siente más identificado?
R. Me siento francés en un 99% porque nací allí [en Lyon, en 1977]. Pero tengo a África en la sangre. Francia no se fijaba futbolísticamente en mí y me nacionalicé malí. Era casi un sueño jugar con su selección.
P. Parece imprescindible en el Sevilla.
R. Cuando estoy en el campo, no me doy cuenta del cambio respecto a cuando no estoy. Bajo balones, doy opciones para el jugador que tiene la pelota... Estoy acostumbrado a este equipo y este equipo a mí.
P. ¿Mejor con Luis Fabiano o solo en el ataque?
R. Me gusta jugar de punta y de mediapunta. No soy un goleador nato como Luis Fabiano. Participo más en la elaboración.
P. ¿De dónde saca tanta tranquilidad delante del portero?
R. No me entra el pánico fácilmente. Tengo suficiente calma para saber cuándo debo tener prisa y cuándo dispongo de uno o dos segundos para pensar.
P. El juego del Sevilla no convence.
R. Es una paradoja. No jugamos muy bien. La afición y nosotros somos más exigentes. No me molesta la crítica. He escuchado muchas veces que critican al entrenador [Manolo Jiménez] porque tiene una táctica muy defensiva. Pero creo que le gustaría jugar más adelante. Han cambiado los jugadores. No tenemos a Dani Alves... Él solo cambia el juego de un equipo. Aquí todos los balones pasaban por la derecha y él empezaba a organizar. Ahora todo es diferente. Tenemos que encontrar un equilibrio en el centro del campo y jugar de otra forma.
P. Parece que disfruta más hablando de otra cosa que de fútbol.
R. Puede ser. El fútbol lo juego, no lo hablo. Prefiero una buena película o un libro que ver un partido por la televisión. Cuando llego a casa desconecto.
P. Entonces, ¿qué le parece la elección de Obama?
R. Es muy positiva. No admiro a Estados Unidos, pero reconozco que dan oportunidades a la gente. Que un descendiente de africanos sea presidente es un progreso increíble. En Europa estamos muy lejos de esto. A veces criticamos mucho a Estados Unidos, pero en ocasiones nos adelanta. Lo que ha sucedido con Obama no lo veo en Francia ni en España hasta dentro de más de un siglo.
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