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Iker Romero: "Pido disculpas a todo el país"

Faltos de una explicación racional para la catástrofe, y afectados aun por el shock postraumático que se reflejaba en sus miradas perdidas y en sus cariacotencidas caras, los jugadores de la selección nacional, muchos de ellos los mismos que felices escondían el balón del bronce de Pekín para que se lo pudiera llevar Barrufet a su casa, no pudieron evitar dar rienda suelta al sentimentalismo, a la emotividad. Y en este ejercicio, nadie como Iker Romero, tanto con el balón en la mano y la mirada en la red rival como con un micrófono delante y la mirada en el suelo dispuesto a flagelarse.

"Pido disculpas a todo el país por lo que hemos hecho y por la que hemos preparado", dijo el lateral. "Estoy jodido por mí, pero más por los jóvenes que han venido aquí con mucha ilusión", subrayó. Romero, uno de los medallistas de oro en el Mundial de Túnez 2005, añadió: "Cuando ganamos en Túnez sacamos mucho pecho, yo el primero. Ahora pido disculpas. Me imagino que los demás jugadores opinan lo mismo". El vitoriano quitó toda responsabilidad a los jóvenes del equipo español. "Ellos no tienen la culpa del desastre. Nunca pensé en este descalabro", dijo. "La primera derrota, ante Suecia, fue un mazazo muy grande; la paliza de Croacia, más aún, y el partido contra Corea, increíble".

Inmerso en un tremendismo similar, el técnico Valero Rivera, que regresaba a la selección 16 años después, repetía: "Nunca pensé que no pasaríamos a la segunda fase. Llevamos el peso del dolor".

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