El Bloque tacha de "indolente" la política lingüística del PSdeG

El programa electoral que el BNG trasladará a los ciudadanos propone la aplicación de nuevas políticas en todas las áreas de gobierno bajo responsabilidad socialista. La oferta que los nacionalistas defenderán de aquí a la jornada de reflexión echa en falta en el balance del bipartito el cumplimiento de promesas de gran calado, todas ellas dependientes de conselleiros del PSdeG o del propio presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño.

Las demandas del Bloque incluyen desde una mejora asistencial de los servicios sanitarios a la apuesta por una red educativa pública y de calidad, pasando por la puesta en práctica de cambios sustanciales en los instrumentos de política económica (como la creación de un instituto de crédito y la reforma de la ley de cajas, dos iniciativas a las que se oponen los socialistas). También piden nuevas políticas laborales, la articulación de una política gallega de transporte público, la intensificación de las relaciones con Portugal, la reforma de la Administración o la normalización del gallego.

El Bloque acusa al PP, pero también al PSdeG, de vetar la reforma estatutaria

Los nacionalistas quieren que el Estado reconozca el carácter nacional de Galicia

El idioma es, precisamente, uno de los capítulos del programa electoral del BNG que más críticas dirige a sus socios del PSdeG. Los socialistas, afirma el apartado correspondiente, sólo han tomado "medidas inconexas" que no han dado lugar a cambios sustanciales. Estos es así "debido en gran parte a la actitud pasiva, de inacción total e incluso contraproducente de la Secretaría Xeral de Política Lingüística", que depende del presidente Touriño. Este departamento incluso se "mostró indolente para enfrentar polémicas sobre la lengua" como las que tuvieron lugar en torno al gallego en la enseñanza o las declaraciones del Valedor do Pobo. "Esto supone una legislatura prácticamente perdida", concluye el programa nacionalista.

Los reproches a los socialistas no se limitan a estas materias. Por primera vez, y en relación con la fallida reforma del Estatuto de Autonomía, el BNG responsabiliza del fracaso no sólo a la actitud del PP sino también a "la indefinición" de sus socios en la Xunta. Más adelante, el programa del Bloque se refiere "al veto de los partidos estatales al nuevo Estatuto", lo que contradice la tesis sostenida por la dirección del BNG (y de los socialistas) que hasta ahora atribuía al PP en exclusiva la responsabilidad del fiasco estatutario.

El programa del Bloque desarrolla, a lo largo de casi 300 páginas y diez capítulo,s todas las propuestas que los nacionalistas quieren hacer realidad durante la próxima legislatura en materia de autogobierno, bienestar, política económica, educación, territorio, medioambiente, seguridad, medios de comunicación y relaciones internacionales.

En relación con la crisis, los nacionalistas proponen medidas anticíclicas de incremento de la inversión pública, la creación de un Instituto de Crédito y la reforma de la ley de cajas, a través de la cual el Bloque quiere dar prioridad crediticia a los residentes en Galicia, primar la inversión productiva y dar entrada a una representación del Parlamento.

El BNG quiere además consolidar el sector de la construcción naval recuperando el astillero de Fene para la construcción naval, políticas pesqueras sostenibles y una nueva política de ordenación del territorio.

El programa nacionalista dedica su primer capítulo a exponer las propuestas del Bloque en relación con la reforma del Estatuto de Autonomía y el desarrollo del autogobierno. El nuevo Estatuto debe articularse como "un pacto entre Galicia y el Estado en virtud del cual éste reconozca el carácter nacional de Galicia" que defina los "elementos constitutivos" de la identidad gallega, empezando por la lengua. El gallego, propone el Bloque, debe tener el mismo régimen de protección que la Constitución otorga al castellano.

El programa del BNG apuesta también por que el nuevo Estatuto otorgue a la Xunta la facultad de convocar "consultas populares vinculantes" y dé respuesta a la "cuestión pendiente" de la organización territorial de Galicia "superando el marco provincial".

En materia de autogobierno, los nacionalistas prometen trabajar para reducir drásticamente la administración periférica del Estado y convertir la Comisión Bilateral Galicia-Estado en un "órgano político del más alto nivel". El BNG reclama también "la progresiva asignación a la Xunta de todos los fondos estatales", de manera que sea el Gobierno gallego "quien distribuya esos fondos territorializadamente", así como la transferencia de puertos y aeropuertos, la gestión de las costas, las competencias de tráfico y el servicio de correos.