Valientes contra la corriente

¿Quién no ha soñado alguna vez con ser su propio jefe? La crisis puede suponer para algunos el empujón definitivo. La dificultad para encontrar un empleo por cuenta ajena está forzando a muchos a pensar en labrarse su propio puesto. En general, suele tratarse de personas con estudios medios, especialmente de formación profesional, interesadas en nuevas tecnologías, servicios o el comercio en general. También, y cada vez más, universitarios de perfil técnico, con ideas para I+D. Pero en plena crisis, querer no es poder. La falta de financiación se suma como una losa a los habituales lastres. Administraciones e instituciones se esfuerzan para animar a los valientes.

Montar una empresa con el crecimiento económico del país en plena contracción y el gasto de los hogares reduciéndose a marchas forzadas es casi un ejercicio de fe. De hecho, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, el número de sociedades mercantiles creadas en octubre de 2008 descendió un 32,6% respecto al mismo mes de 2007. En total ese mes iniciaron su andadura 6.857 empresas.

El ICO ha aumentado un 49% la ayuda al fomento de la empresa

"Es cierto que en 2009 las circunstancias económicas pueden dificultar la creación de empresas. Pero también es cierto que hay quien se anima a crear algo por su cuenta por circunstancias personales", confirma Eduardo Moreno, director general de la Confederación de Cámaras de Comercio. Según varios expertos, el aumento del paro (que afecta a más de 3,12 millones de personas) puede obligar al autoempleo. Se necesitará más apoyo. "Es crucial fomentar las nuevas iniciativas en un momento como éste, para reactivar la economía y salir de la crisis", sentencia Moreno.

"En épocas de recesión es cuando nacen las mejores ideas. Es como una selección natural: es cierto que a veces cae el número de emprendedores, pero son más creativos e innovadores", asegura José Millet, director del Instituto Ideas, vinculado a la Universidad Politécnica de Valencia.

Quienes se animen a montar una sociedad este año se enfrentarán a los problemas endémicos del desarrollo de una nueva empresa en España. Peregrinajes administrativos, costes que no tienen en cuenta el tamaño de la sociedad y falta de formación. Pero además se las tendrán que ver con un nuevo impedimento que ha engordado al calor de la crisis: la falta de créditos. "A través de nuestro servicio de atención al usuario nos hemos dado cuenta de que últimamente la información más demandada corresponde a personas emprendedoras o pequeñas empresas que necesitan de financiación", explica Econet, consultora especializada en el sector.

Para paliar este obstáculo algunos organismos se han puesto las pilas, aumentando las ayudas. El Instituto de Crédito Oficial (ICO) ya ha publicado su nuevo plan para el fomento de la empresa con vistas a 2009. Ha aumentado la dotación prevista un 49%, hasta los 10.900 millones de euros, frente a los 7.300 millones del pasado. Para los emprendedores ha reservado 100 millones, y para la creación de pymes, 10.000 millones. Además, se otorgará un año de moratoria en el pago del principal de los créditos pyme que se suscribieron a partir de 2006.

"La mayoría de ayudas para creación de empresas provienen de fondos públicos", confirma Econet. Destaca un nutrido grupo de ayudas destinado sólo a mujeres o a desempleados, todas al alza. También los programas de las comunidades autónomas, las Cámaras de Comercio y los premios de universidades o entidades bancarias.

Para salvar el resto de obstáculos también hay diferentes iniciativas, aunque no siempre son suficientes. Respecto a los problemas burocráticos, se está fomentando la creación de ventanillas únicas que favorezcan la simplificación de todos los trámites en un único sitio. En materia de educación, existen iniciativas como las enmarcadas en la Global Entrepreneurship Week, en España coordinada por el IESE y apoyada por Ernst & Young, que incluye actividades escolares con empresarios.

"Las ayudas crecerán en 2009, especialmente las vinculadas a I+D. Lo que pasa es que a veces el problema es la falta de información. La gente no sabe por dónde empezar", asegura Millet. En su centro ofrecen asesoramiento, orientación y contactos a universitarios que quieren montar sociedades. A veces sólo les hace falta un empujón. "De los momentos de dificultad han salido grandes ideas. En la crisis del agua, ayudamos a dos jóvenes a montar una consultoría de depuración. Un éxito", recuerda orgulloso. -