Carbón para la prensa en el Palacio Real
Hubo años en que el Rey se acercaba a los periodistas asistentes a la recepción de la Pascua Militar para agradecerles, por pura cortesía, que en una fecha tan señalada dejasen a la familia para cumplir su deber profesional.
Ayer no hubiera sido posible. Con amabilidad pero energía, los miembros de la Casa del Rey invitaron a los representantes de los medios de comunicación a marcharse en cuanto concluyeron los discursos y comenzaba el cóctel eufemísticamente conocido como copa de vino español.
La Casa del Rey nunca ha disimulado su incomodidad por el hecho de que el presidente del Gobierno hiciera declaraciones en este tipo de actos. Habría podido rogarle que se abstuviera de hacerlas. Se prefirió expulsar a quienes pudieran escucharlas.
Ya en la última recepción al cuerpo diplomático se impidió a los informadores acceder al salón donde el Rey departía con sus invitados. En la Fiesta Nacional se optó por una fórmula más alambicada. Aunque los medios de comunicación no pudieron acreditar a informadores, muchos fueron invitados a título personal.
Pero los periodistas no pueden dejar de ser periodistas, como tampoco puede el Rey dejar de serlo. Así que de aquella recepción salieron declaraciones no de Zapatero, que no asistió, sino del propio Rey. Y fueron difundidas, con su beneplácito, por periodistas que no estaban allí como tales.
A lo largo del último año se han multiplicado los roces con los medios de comunicación (desde la polémica biografía de Pilar Urbano sobre la Reina a los juicios de El Jueves y el oso Mitrofán), pero la tradicional hospitalidad de la Casa del Rey no se había resentido. La sensación que ayer tenían muchos periodistas es que no eran bienvenidos en Palacio. Ni por respeto a la libertad de información, ni por pura cortesía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.