El usuario es lo primero

No cabe la menor duda: el usuario es lo primero para las empresas públicas. El ejemplo que explica C. B. lo pone de manifiesto. Compró dos billetes para el Euromed Barcelona-Valencia a través de Internet, sabiendo que debería recogerlos en una de las estaciones principales de la capital catalana. En su inocencia, optó por la más céntrica con venta de billetes: la de paseo de Gràcia. Pues fue a elegir precisamente la que no tiene: "Me quedé perpleja", cuenta la lectora, "al saber que no podía recoger allí los billetes. Me informé en la ventanilla y me dijeron que tenía que ir a Sants".

La explicación de Renfe agrava la perplejidad. Lo primero es que los empleados le dijeron la verdad: en paseo de Gràcia no se pueden recoger esos billetes, porque no hay allí máquinas para imprimirlos. Pero no sólo se pueden recoger en Sants, la lectora podría haberlos recogido también en la estación de Francia. El motivo que aduce Renfe para expender los billetes en dos estaciones que, después de todo, son periféricas, y no hacerlo en la más céntrica es que el Euromed ya no pasa por paseo de Gràcia porque sale directamente de Sants hacia el sur. Tampoco se pueden recoger en paseo de Gràcia los billetes para los talgos que se dirigen hacia Francia, que ahora salen de la estación de Francia. Lo decidido por Renfe tiene la plena lógica de Renfe, pero no la del usuario.Quede constancia de la queja de otro lector, que señala que la web de Renfe sólo ofrece información sobre trenes de la empresa. Si se pretende ir en tren a una capital europea no servida por Renfe, por ejemplo Bruselas, pero conectada a través de París, hay que acudir a la web de SNCF. La información no aparece porque, explicó su portavoz, "no es un servicio de la compañía". Buen argumento de una empresa de la UE.

Para quejas sobre las administraciones y empresas públicas pueden dirigirse a catalunya@elpais.es a la atención de Francesc Arroyo.