El perrero y sus mayordomos
Un personaje que representa el año viejo vaga por las calles en Nava de Francia (Salamanca). En Centelles (Barcelona), los trabucos disparan al aire al amanecer. Y en Ampudia (Palencia) se representa el bautizo del Niño Jesús. Fiestas coloristas para un cambio de ciclo
Son tres jornadas intensas. Entre el 30 de diciembre y el 1 de enero hay mucho más que uvas, cotillones y hangares convertidos en discotecas. Un pino, un perrero y el Niño Jesús protagonizan algunas de las fiestas.
01
'Festa del Pi'
(30 de diciembre)
El estruendo marca el amanecer del penúltimo día del año en Centelles (Barcelona). Pero no sólo el estruendo: también los destellos, el olor a pólvora, el frío de la mañana y un controlado ceremonial (es obligatorio acreditarse para "tirar trets") que enmarca esta Festa del Pi en honor de santa Coloma, cuya iglesia tiene, aún en la oscuridad de la noche, las puertas abiertas de par en par.
Tras la misa a ellos dedicada, los galejadors disparan al aire sus escopetas y trabucos. Así despiertan al pueblo, de unos 6.000 habitantes, y reciben la jornada en la que cientos de personas se desplazan, caminando, hasta un bosque de los alrededores; cuatro días antes, Sant Esteve, han ido a elegir el pino que habrán de cortar y que da nombre a la celebración, constituyéndose en el eje de sus actos.
Pero ahora, próximo ya el fin de año, comparten en medio de la naturaleza unas gratas horas en las que el esfuerzo (el pino ha de ser cortado y dispuesto para su traslado en una carreta tirada por bueyes) viene recompensado por vino, pan y butifarra asada sobre las brasas.
La vuelta, al mediodía, es multitudinaria. El destino es la plaza, donde el vomitar de trabucos se hace especialmente intenso, con els galejadors colocados en círculo y efectuando una impresionante (imprescindible proteger los oídos) descarga, o galejada, final. El Esbart del Pi da, con la danza de su nombre, la bienvenida a ese ejemplar de tronco recto y copa espesa, muestra sólida de la naturaleza que, en pleno solsticio invernal, se desplaza hasta la urbe.
Adornado con ramos de manzanas y neules (barquillos), más tarde será entrado en la iglesia, después de bailarlo a los sones de Ara balla el Pi. Izado y colgado boca abajo sobre el altar mayor, así permanece hasta el día de la Epifanía, cuando se reparten ramas y manzanas, muy valoradas por los devotos de santa Coloma: "Patrona de Centelles / Coloma ocell
del cel", dice su himno, que todo el mundo canta.
El 31, Festa Major d'Hivern, tras el oficio solemne y el beso a la reliquia de la santa, els galejadors descargan sus trabucos una y otra vez, hasta que se acaba la pólvora, en una celebración documentada desde 1751.
02
El perrero
(31 de diciembre)
"Antiguamente, el perrero era el último mozo que se había casado aquí. Ahora hace mucho que no se celebra una boda religiosa; la última fue civil. Como queremos que se conserve la tradición, da igual quién sea, si está soltero o casado. Incluso hemos pensado que puede ser una mujer. Y yo, si hace falta". Así de rotundo se manifiesta Julián González, alcalde de Nava de Francia (Salamanca), localidad de apenas centenar y medio de habitantes. Perdida durante unos años, la fiesta se recuperó a finales de los noventa.
Vestido toscamente (dicen que la ropa simboliza el año viejo que se va), con un enorme rosario al cuello (a veces, dos) hecho de las toras, o agallas, de los robles; una campanilla en los tobillos y látigo en mano, el perrero recorre las calles desde el amanecer del 31 de diciembre hasta las 12.00, hora de la misa, tras la cual hay convite general.
Custodiado por dos mayordomos que portan largas varas muy adornadas, van pidiendo el aguinaldo. Las charradas que interpreta el tamborilero (Álvaro, muy ligado al pueblo, de donde son sus padres) anuncian su llegada. La presencia de las varas en la puerta de la vivienda significa que están allí: tienen licencia para adentrarse en todas las habitaciones. Si hay bodega, lo más probable es que se les encuentre saboreando vino, dulces y castañas.
Javier Vicente García es en esta ocasión el perrero; tiene 30 años y es soltero. Se ha ofrecido voluntario "para que no se pierda la tradición", lo mismo que Alberto y Víctor, los dos mayordomos, también solteros. "La gente está muy contenta", dice Javier. "Entramos en sus casas y les despertamos. Ellos nos ofrecen aguardiente y dulces típicos de la Sierra de Francia. El perrero da latigazos cariñosos a los jóvenes y muchos se van sumando al recorrido a lo largo de la mañana".
03
El bautizo del Niño Jesús (1 de enero)
Como en todo bautizo, en éste del Niño Jesús no pueden faltar, desde luego, los padrinos. Antiguamente, este puesto de honor lo ocupaban las autoridades municipales de Ampudia (Palencia); después se extendió a todo el que lo deseara, llegando a haber turno de espera en la lista elaborada por el sacerdote. Pero los tiempos cambian y ahora están pensando en que pueden ser un niño y una niña de unos 12 años.
Porque de niños es esta fiesta que se celebra en la tarde del primero de enero y que alcanza uno de sus momentos culminantes con el lanzamiento de caramelos y confetis, que los más pequeños se afanan en conseguir.
Todos acuden a las cinco a la plaza, donde está instalado el belén. La madrina toma en sus brazos la imagen del niño y la comitiva, en la que no falta la música de los dulzaineros, se dirige a la iglesia, donde se renuevan las promesas del bautismo y se canta un villancico. Uno de los más populares es el recogido por Ascensión del Valle en Ampudia, tradición e historia: "Alegría zagales / valles y montes / que el zagal de María / ya tiene nombre. / De una Virgen hermosa / celos tiene el sol / porque vio en sus brazos / otro Sol mayor".
Y para Reyes...
El 5 de enero, los tres Reyes Magos se multiplican en los centenares de cabalgatas que se organizan en toda España. Hasta 17 diferentes se dan cita en Madrid. La más popular, la del distrito Centro, arrancará a las 18.30 desde Nuevos Ministerios para continuar por el paseo de la Castellana hasta Cibeles, donde antes se ofrecerá el espectáculo Il tempo si rinuova, de la compañía italiana Studio Festi. En Barcelona, a Melchor, Gaspar y Baltasar se les espera el día 5 de enero, a las 17.00, en el Moll de la Fusta, adonde llegarán a bordo del paquebote Santa Eulàlia. La cita en la villa navarra de Sangüesa es el Auto Sacramental de los tres Reyes Magos, escenificado el 6 de enero por los habitantes de la localidad y en la que los auroros o rosarieros cantan auroras y villancicos. En Alcoi (Alicante) se celebra la cabalgata más antigua de España (desde 1885): al anochecer del día 5 recorren las calles del municipio a lomos de camellos, acompañados de más de un centenar de pajes -els negres- que suben a los balcones de las casas con la ayuda de escaleras para dejar los juguetes a los niños.
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