Cesc, tres meses de baja

Se tiró al suelo con el pie por delante y con la idea de tocar un poco la pelota para evitar que la golpeara el contrario. Quería, al tiempo, provocar un contragolpe y pillar desprevenido al Liverpool, sumado al ataque porque era la última jugada de la primera parte. A Cesc Fábregas (Barcelona, 1987) le salió todo mal: no tocó lo suficiente el balón y Xabi Alonso, el rival, lo despejó a la vez que golpeaba con fiereza su pie. La rodilla de Cesc no aguantó el impacto de la patada involuntaria e hizo un chasquido. Cojeando y ayudado por el cuerpo médico de su club, el 4 del Arsenal abandonó el Emirates Stadium con la cara compungida y haciendo signos negativos. Sus malos presagios se hicieron realidad. "Tiene una rotura parcial del ligamento lateral de la rodilla, lo que precisa unos cuatro meses para recuperarse", explicó Arsène Wenger, el técnico gunner. Pero no pasará por el quirófano.

Poco contento con la resolución de los médicos del Arsenal, Cesc pidió hora al doctor Ramon Cugat, especialista en este tipo de lesiones, con el consentimiento del club londinense. Aterrizó ayer en Barcelona a las 17.30 y una hora después apareció en la Clínica Quirón. Entre operación y operación, Cugat le exploró la rodilla derecha. "Me diagnosticó lo mismo que los médicos del Arsenal, aunque un mes menos de baja", concedió el futbolista dos horas más tarde; "pero no tengo que operarme y espero volver a estar cuanto antes al ciento por ciento".

Cesc se perderá los octavos de final de la Champions, ante el Roma, y tres convocatorias de la selección española (Inglaterra y doble cita con Turquía). "Es un duro golpe", dijo Wenger; "tenemos que buscar una manera para compensar su ausencia: dar todos un poco más".