Gasol contra Gasol
Los Grizzlies de Marc reciben a los Lakers de Pau en el primer duelo que se da en la NBA entre hermanos no estadounidenses
En plena fase de adaptación a la NBA, Marc Gasol se verá las caras en la cancha con su hermano Pau por primera vez en un partido de competición oficial (a las 2.00 de la próxima madrugada, Canal+). Es otro de los muchos e inéditos peldaños que está subiendo el baloncesto español en cuya historia han proliferado los hermanos (Martín, Jofresa, Reyes, Llorente, Estrada, Martínez Arroyo, Angulo o Urtasun, entre otros) e incluso las sagas (Margall, Sagi-Vela o Arcega). Pero hasta ahora nunca dos hermanos españoles, ni siquiera dos no estadounidenses, se habían enfrentado en un partido de la NBA. "Va a ser algo muy especial para todos. Pau volverá a Memphis donde empezó en la NBA y aprendió muchas cosas. No será sencillo por las sensaciones que cada uno tendrá, pero está claro que una vez que empiece el partido cada uno se centrará en su trabajo y tirará para su lado", afirma Marc.
"Es especial, pero una vez empiece el choque cada uno tirará para su lado", dice Marc
Con siete kilos más que su hermano, el de Memphis presume de ser más fuerte
Los hermanos Gasol ya fueron rivales en un amistoso que disputaron los Grizzlies en el Palau Sant Jordi, cuando Pau militaba en el equipo de Memphis y Marc en el Barça. El segundo hermano de la familia Gasol -Adrià, el tercero, juega en el equipo del instituto donde estudia en Memphis-, recuerda que cuando eran pequeños se pasaban horas y horas jugando en una canasta instalada en el patio de la casa de sus abuelos, en Sant Boi. "Incluso aunque lloviera, practicábamos sobre todo el tiro. Yo tengo cinco años menos que Pau y, claro, eso entonces se notaba mucho, aunque yo siempre he estado más fuerte que él". Según el registro oficial de la NBA, Marc (2,16 metros y 120 kilos) mide tres centímetros y pesa 7 kilos más que Pau. Marc cumple el próximo mes 24 años y Pau cumplirá 29 en julio.
Las carreras de ambos han sido muy diferentes a pesar de que sus clubes han sido los mismos tanto en sus inicios en la élite española como en la NBA: el Barcelona y los Grizzlies. Sin embargo, Pau fue mucho más precoz. En 2001, cuando tenía 20 años, explotó como jugador de primerísimo nivel, fue la gran figura del Barça que ganó la Liga y la Copa y se marchó a la NBA, donde fue rookie del año y, en 2006, All Star, antes de fichar, en febrero de 2007 por los Lakers. La franquicia de Los Ángeles tenía los derechos precisamente de su hermano Marc (número 48 del draft de 2008) y, para hacerse con Pau, los cedió a los Grizzlies. Marc jugó dos años en el equipo del colegio de Memphis, Lausana School, donde estudió mientras seguía con su familia los primeros pasos de su hermano en la NBA.
Cuando tenía 18 años, Marc debutó en la ACB con el Barça pero, después de brillar con la selección española, con la que ganó junto a su hermano el Mundial de 2006 en Japón, fichó por el Akasvayu. Fue el líder del equipo de Girona y el mejor jugador de la pasada Liga ACB hasta que, en el verano, dio el salto a la NBA. Ambos calzan el mismo número de pie, un 51 y medio, y eso a veces les ha sido útil. "El verano pasado, cuando estuve en Los Ángeles, me dejó sus zapatillas para entrenarme", cuenta Marc, que no da verosimilitud a una vieja historia que habla de que, cuando eran pequeños, le birlaba las zapatillas a su hermano mayor.
En la lista de hermanos ilustres que han jugado en la NBA están los Wilkins (Dominique y Gerald), los Gervin (George y Derrick), los Paxson (Jim y John), los Bradley (Charles y Dudley) y los Norris (Audie y Sylvester). En el caso de los Jones fueron cuatro los hermanos en la NBA: Caldwell, Charles, Major y Wilbert, y en estos momentos juegan en la Liga los gemelos López, Brooke en los Nets y Robin en los Suns.
Pese a que sólo lleva unos meses enrolado en los Grizzlies, Marc se mueve como Pedro por Memphis. Los dos años que estuvo viviendo allí junto a su familia cuando era un adolescente le permitieron perfeccionar su inglés, conocer la ciudad y el entorno del equipo en el que está a punto ya de cumplir sus primeros 30 partidos en la NBA. "Me decidí a fichar por los Grizzlies porque deseaba competir contra los mejores y tener una nueva experiencia. Mi primera preocupación era tener minutos de juego. Para conseguirlo sólo había una fórmula, trabajar muy duro. Eso me ayudó a tener un estatus" cuenta Marc por teléfono desde Tennessee.
Fue titular en los primeros 20 partidos, pero después ha empezado algunos choques en el banquillo de los Grizzlies. Promedia casi 11 puntos y 7 rebotes por encuentro. Los cambios se han producido en función de los rivales y del concurso en el equipo de otro jugador que ocupa la posición de cinco, el serbio Milicic. "Ahora, a veces, tengo que salir un poco fuera de la zona y tirar más desde la media distancia, jugar de cuatro en lugar de cinco", explica Marc. "Depende de los jugadores que me defienden, tengo que abrirme más, desde luego mucho más de lo que lo hacía en España. No hay problema, mientras funcione el equipo, me siento a gusto".
Hace poco, se produjo un momento especialmente crítico para los Grizzlies cuando perdieron siete partidos consecutivos. Pero durante las últimas semanas se han recuperado y afrontan el compromiso ante los Lakers con un balance de 9 victorias y 17 derrotas. "La sorpresa fue que ganamos a un par de rivales que sobre el papel eran superiores, como Houston y Chicago, que tiene a Rose, un base que era la figura de la Universidad de Memphis. Cuando volvió con los Bulls era, no sé, como si Ronaldinho volviera con el Milan al Camp Nou. No creo que tengamos que marcarnos un objetivo a largo plazo. Somos un equipo joven y esta Liga no perdona ni una. Ganas tres partidos, sacas pecho y en un visto y no visto vuelves a la miseria. Tenemos que ir creando nuestro estilo, una identidad de juego propia". Tras el adiós de Pau hace un año, Rudy Gay pasó a ser el referente del equipo, un estatus que ha empezado a compartir con uno de los mejores rookies del año, O. J. Mayo. "Son nuestros jugadores clave en ataque. Poseen una calidad tremenda pero ellos saben que sin el resto no pueden rendir a un buen nivel. Tenemos que ir compenetrándonos y elegir siempre la mejor opción de tiro", explica Marc.
El partido contra los Grizzlies llega en un momento especialmente delicado para los Lakers, que acumulan cinco derrotas y aumentan las dudas sobre la solidez de su potencial en su intento de conquistar el título. El equipo de Phil Jackson ha evidenciado una irregularidad que le hace poco fiable, mantiene bastantes dudas sobre el trabajo de su pareja de bases, Fisher y Farmar, sobre la aportación de Radmanovic y el quehacer de Bynum en los minutos decisivos. El de Memphis será el sexto encuentro de su gira antes de regresar al Staples Center de Los Ángeles. Allí se vivirá un duelo inédito, el de hermano contra hermano, Marc contra Pau, Gasol contra Gasol.
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