El 'flash-back' de Fidalgo
El líder de CC OO vuelve a disputar con Fernández Toxo la dirección
Cuando en 2000, José María Fidalgo fue elegido secretario general de Comisiones Obreras por primera vez, el principal escollo que tuvo que sortear tiene nombre y apellidos: Ignacio Fernández Toxo. El paso atrás que dio este último antes del Congreso le despejó el camino. Ocho años después, la renovación en el cargo del actual líder de CC OO vuelve a encontrarse con el mismo obstáculo. Pero esta vez Toxo no parece dispuesto a hacerse a un lado.
Ambos candidatos a la secretaría general creen contar con los apoyos necesarios para lograr sus propósitos. Si se suman los cálculos de ambos, el congreso del mayor sindicato español por número de representantes contaría con cerca de 1.100 delegados y no con 1.001. Toxo afirma contar con el 57% de los apoyos, la candidatura de Fidalgo con el 52%. Así que ninguno está dispuesto a dar marcha atrás, aunque aún quedan días para buscar el acuerdo.
A tres días de la votación, ambos creen contar con la mayoría
Toxo propone una candidatura de integración. Está dispuesto a que sólo haya una lista a la Ejecutiva Confederal, el órgano de dirección cotidiana, sin que haya acuerdo sobre el liderazgo, lo que tendrían que decidir los delegados. Fuentes cercanas a Fidalgo rechazan esta posibilidad. "Más que una negociación, eso es un intento de confusión a los delegados", afirman.
"Ellos están dividiendo el sindicato", acusan desde la candidatura oficial. Toxo ha sido durante los últimos cuatro años secretario de acción sindical, es decir, número dos de la organización. Y, hasta el momento, ha integrado la llamada mayoría, la corriente que dirige el sindicato desde 1995. Fidalgo afirma que este congreso, el noveno, era el de la integración y que la iniciativa de su, hasta ahora, mano derecha acaba con esa posibilidad. El viernes, sin ir más lejos, afirmó que en septiembre hizo una propuesta de ejecutiva que integraba a todas las sensibilidades del sindicato.
Toxo, por su parte, descarta que la unidad pueda llegar con el actual secretario general, pues no lo ha logrado en ocho años y cree que con él hay riesgo de "cuarteamiento". Llega a afirmar que aun sin oposición Fidalgo no lograría en este congreso ni un 45% de los apoyos, cuando cuatro años antes logró el 58%.
Como él opina Agustín Moreno, el líder de la corriente crítica tradicional, que apoyará la opción alternativa a la del secretario general. "José María Fidalgo ha agotado todas sus bazas", afirma Moreno de quien sucedió a Antonio Gutiérrez, su rival histórico. Critica los ocho años de Fidalgo porque durante su mandato no ha sido capaz de integrar a las diferentes sensibilidades. Incluso recuerda que ha ido perdiendo apoyos en el camino, como Toxo o Rodolfo Benito, que intentó ser secretario general en 2004. Moreno también acusa a Fidalgo de debilidad en sus posiciones sindicales durante la etapa de crecimiento, que, en su opinión, no han supuesto una mejora en la situación de los trabajadores. Sobre los logros de la organización en los últimos años, la ganancia de afiliados y las victorias en las elecciones sindicales, Moreno, que los reconoce, cree que son un logro de todos.
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