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Reportaje:Signos

La invitación de los Rebollo

Nuria Espert estrena 'Hay que purgar a Totó', de Georges Feydeau, en Sevilla

Sebastián Rebollo, un fabricante de loza, invita a comer en su casa a un cliente del que depende la fortaleza de su negocio. El insigne invitado, el señor Chitín, preside la comisión encargada de decidir la adquisición de orinales para los soldados del ejército francés. Rebollo sueña con hacerse dueño del mercado con una porcelana que considera irrompible.

Sin embargo, el producto que fabrica Sebastián Rebollo no tiene el grado de resistencia del que se ufana. Y, además, su mujer, Julia, se queja de los caprichos de su hijo, Totó, que se niega con todas sus fuerzas a tomar un purgante. Así comienza Hay que purgar a Totó, obra teatral de Georges Feydeau (París, 1862-Rueil, 1921), que se estrena hoy, viernes, en el Teatro Lope de Vega de Sevilla. Hay que purgar a Totó se representará también mañana, sábado, y el domingo.

"Feydeau ha estado desdeñado por la intelectualidad por su gran éxito"

La obra está protagonizada por Nuria Espert, que encarna a Julia Rebollo, y dirigida por Georges Lavaudant. El resto del reparto está formado por Paco Lahoz, Manuel Millán, Tomás Pozzi, Ana Frau, Carmen Arévalo y Manuel Aguilar. Hay que purgar a Totó es una producción del Teatro Español de Madrid.

Nuria Espert, una de las damas de la escena española, tiene a Feydeau en su nómina particular de grandes del teatro. "Hace mucho tiempo que Feydeau figura en esa lista que tenemos los actores de grandísimos autores de teatro. He hecho mucha comedia, pero comedia de Shakespeare... Y, de pronto, Feydeau", comentó la actriz, cuya carrera está jalonada con obras como Medea, de Eurípides, Salomé, de Oscar Wilde, o La Gaviota, de Chéjov.

Espert elogió la dirección de Lavaudant. "Me pareció que el sentido del humor tan ácido de Lavaudant sería un maravilloso paracaídas si accedía a dirigir la obra", señaló la actriz, que confesó que el humor de Feydeau empapa su vida. La obra de este autor de farsas y vodeviles ha calado fuerte en su ánimo. "Mi vida ahora es encantadora gracias a Feydeau, que tuvo una vida tristísima. Este texto es superdivertido. Y para mí, la risa del público es un bálsamo", agregó la actriz.

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Espert recordó que "Feydeau ha estado desdeñado por la intelectualidad por su gran éxito". "Porque el éxito le horripila un poco a la intelectualidad, que piensa que detrás hay un truco. Eso también le pasó a nuestro teatro clásico. A Feydeau le pasó eso y después viene ese resplandor (...) Le pasa lo que a Shakespeare, que no hay ningún director ni actor que pueda destrozarlo", dijo la actriz. "Feydeau es un autor peligroso. Todos los grandes lo son. Cuando se es tan teatral, si no tienes el soporte de los actores, el texto no se mantiene", subrayó Espert.

Hay que purgar a Totó se estrenó en 1910 en París. La obra tuvo un gran éxito de público. Un siglo más tarde, su comicidad sigue funcionando como un foco que ilumina la mediocridad y la incultura de un grupo social.

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