El Barça cede ante el Shakhtar
Los suplentes cargan con la primera derrota azulgrana tras 20 partidos
El Barcelona perdió su condición de invicto en el Camp Nou después de un partido intrascendente contra el Shakhtar Donetsk. A nadie le importó porque la comidilla de la afición azulgrana versaba sobre la destitución de Schuster y los posibles rivales en los octavos de final y no en la actuación de su equipo en la Copa de Europa, sellada ya su clasificación en Lisboa. El encuentro no tenía interés y, a fin de cuentas, resultó insustancial. Apenas hubo tensión competitiva y la mecha del fútbol no prendió nunca, ni siquiera en el Shakhtar, cuya efectividad fue demoledora frente a un Barça tan académico como falto de pegada y especialmente vulnerable en defensa.
Aunque sólo se prestó atención al equipo titular para deducir que los ausentes serían precisamente los que jugarían el sábado contra el Madrid, el Barça fue un equipo tan poco solvente como reconocible por su despliegue en cancha ajena, su determinación a la hora de afrontar el partido y su interés en protagonizar la mayoría de jugadas. El Shakhtar, en cambio, ni siquiera reparó en la rebajada alineación del rival sino que jugó como si enfrente tuviera a los titulares azulgrana y se salió con la suya con oficio. El plantel de Lucescu se replegó muy bien en su cancha y sólo se estiró en situaciones de superioridad para cantar gol, uno detrás de otro, casi siempre con Gladkiy a la cabeza.
BARCELONA 2 - SHAKHTAR 3
Barcelona: Jorquera; Cáceres, V. Sánchez, Piqué, Sylvinho; V. Vázquez, Busquets, Keita; Pedro (Gudjohnsen, m. 75), Bojan y Hleb. No utilizados: Pinto; Henry, Abidal, Torres, González y Botia.
Shakhtar: Pyatov; Srna, Kucher, Chygrynskiy, Rat; Jadson (Brandao, m. 66), Gai, Hübschman, Willian; Fernandinho (L. Adriano, m. 77) y Gladkiy. No utiliz.: Shust; Seleznov, Shevchkov, Lwandowski y Yezerskiy.
Goles: 0-1. M. 31. Gladkiy, a pase de Willian. 0-2. M. 58. Jadson centra y cabecea Gladkiy. 1-2. M. 59. Trallazo de Sylvinho. 1-3. M. 73. Fernandinho, a centro de Rat. 2-3. M. 83. Busquets, a pase de Gudjohnsen.
Árbitro: Michael Riley (Inglaterra). Amonestó a Bojan, Hübschman, Brandao, Adriano, Gladkiy y Kucher.
22.763 espectadores en el Camp Nou.
La mecha del fútbol no prendió nunca, ni siquiera en el demoledor Shakhtar
Jugó siempre a contracorriente el Barcelona. No había manera de montar ni acabar una jugada, así que los remates eran más bien escasos. Hleb capitalizó la ofensiva con sus desmarques y tiros a media distancia, acompañado normalmente por Bojan. El mayor inconveniente para los delanteros era que recibían de cara a su propia portería, sin capacidad de sorpresa, bien defendidos por la zaga contraria, contenta por poder actuar a favor de marcador. Al Barcelona le faltó justamente talento, creatividad, capacidad para desequilibrar en la última jugada. A veces no armó el último pase y en otras no dio con la manera de enfocar a Pyatov.
Acomodado en la cancha y a gusto con el marcador, el Shakhtar ni siquiera tuvo necesidad de mostrar su condición de equipo pendenciero, calificativo que se ha ganado por el número de faltas y tarjetas acumulado en el torneo. La afición incluso miró con buenos ojos al equipo de Ucrania después de que Guardiola señalara al central Chygrynski y al medio Jadson como futbolistas especialmente interesantes y de que no jugara Brandao, un brasileño que montó un numerito de mucho cuidado en la ida. Poco exigidos, los visitantes patrullaron por el estadio sin demasiadas preocupaciones ante un contrario inofensivo. Ningún azulgrana se reivindicó como aspirante a disputar la titularidad para el clásico.
Hubo detalles incluso sorprendentes como la entrada sin venir a cuento de Bojan a Kucher que le costó una tarjeta. Los saques de esquina se sucedían en el marco del Donetsk, señal del empuje azulgrana y también de su falta de precisión o acierto de la defensa del Shakhtar. Al Barça le escoció el segundo gol de Gladkiy y Sylvinho puso a los azulgrana en el encuentro con un remate armado después de un fuera de banda. Ni siquiera el tercer gol del Donetsk, en un remate de Fernandinho, atemperó el arrebato del Barcelona.
Busquets culminó una asistencia de Gudjohnsen y obligó al Shakhtar a sacar su repertorio de tretas. Al Barça le faltó entonces cabeza para evitar la derrota después de 20 partidos consecutivos sin perder. Aunque dolorosa, la derrota entraba dentro de las posibilidades después de que Guardiola cantara la lista de convocados. Al Barça no le preocupaba el Shakhtar sino el clásico por más que el equipo de Donetsk pueda presumir de haber acabado con la imbatibilidad azulgrana en el Camp Nou.
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