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El enredo de la Copa del América

BMW-Oracle descarta un acuerdo y deja la resolución en manos del juez

La Copa del América no sale del enredo. El último capítulo del culebrón lo escribió en la noche del lunes el equipo norteamericano BMW-Oracle al anunciar "oficialmente" lo que ya había dicho de otras maneras: que no tomará parte en la versión de la Copa del América que intenta organizar el sindicato suizo Alinghi al margen del litigio judicial que ha empantanado la competición. De "arrogante" y de "falta de respeto" tildó ayer el vencedor de la última edición de la regata esta decisión, aunque no suponga "una sorpresa".

En principio, el episodio se reduce a un nuevo cruce de críticas entre estos grandes equipos, propiedad de dos fortunas, las de Larry Ellison (Oracle) y Ernesto Bertarelli (Alinghi). Pero también socava un poco más el prestigio de la competición de vela más antigua del mundo, de la que en el último año y medio sólo se habla en clave de conflicto. Las incógnitas sobre el futuro de la Copa no se despejan y los posibles participantes acusan la pelea por el control de la competición. Mientras, el Gobierno, la Generalitat y al Ayuntamiento de Valencia observan la partida como espectadores voluntariosos que no cejan de declarar su apoyo a la regata. Pero por más que la alcaldesa, Rita Barberá, diga que por ella y el presidente Francisco Camps la Copa "ya está" hecha, y el Gobierno recuerde que ha aprobado exenciones fiscales para los equipos, la competición sigue sin fecha ni formato claros.

Alinghi organiza su propia competición al tiempo que espera el fallo

El futuro de la Copa lleva más de un año en los juzgados de Nueva York, y ahí seguirá al menos hasta marzo, cuando está prevista una sentencia definitiva sobre el conflicto de fondo en torno al Club Náutico Español de Vela. El Alinghi lo aceptó como primer desafiante tras su victoria en la 32 Copa del América en julio de 2007 en Valencia, pero BMW Oracle no lo consideró válido y entabló acciones legales. Ahora, además, ha descartado cualquier acuerdo y esperará al fallo.

Tras dos sentencias contradictorias, Alinghi lanzó hace unos meses la propuesta de celebrar una versión de la Copa del América que implicaría regatas previas en 2009 y la competición final en junio de 2010. Pero al mismo tiempo espera la última palabra de los jueces, que pueden obligar a Alinghi a dirimir la polémica en un mano a mano con Oracle a bordo de multicascos en una fecha por determinar 10 meses después de la sentencia, lo que dejaría el año 2009 en blanco para las regatas. En ese caso, además, la competición que intenta organizar Alinghi, que prevé reunir el próximo día 15 a los 14 equipos inscritos de momento, haría aguas. En esa línea, Alinghi afirmó ayer que la negativa de Oracle perjudica especialmente al resto de equipos, que quedarían descolgados de la Copa.

El camino hacia una nueva edición de la regata en Valencia también implicará la negociación de un nuevo contrato para la sede en un ambiente poco favorable. El anterior, que quedó roto por el litigio, se redactó antes de la crisis e implicaba para las administraciones públicas un desembolso de 105 millones de euros por los derechos de la Copa, y la obligación de reunir 30 millones en patrocinadores, además de otros gastos e inversiones.

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