Un clásico abismal
El Barça, pletórico, aguarda a un Madrid necesitado de un golpe de efecto después de perder ante el Sevilla (3-4) - Ésta es la Liga de 20 equipos con más goles (414) tras los 44 de la 14ª jornada
Al Madrid las cosas le van tan mal como bien le salen al Barça, de manera que el clásico del próximo sábado ha perdido miga y discusión futbolística. Nueve puntos de diferencia en 14 jornadas es una distancia kilométrica. Hasta el desafiante Schuster viajará rendido siempre que antes no le despidan después de la derrota de ayer en Chamartín ante el Sevilla. "El partido me preocupa menos que cualquier otro porque allí no es posible ganar", pronosticó el técnico; "es el año del Barcelona".
Al equipo de Schuster, descuartizado por las lesiones y las sanciones -Robben y Marcelo también son baja para el Camp Nou-, le han perdido el respeto por igual los rivales y los árbitros mientras que los socios cuestionan a diario a Calderón. La crisis es definitivamente institucional. El presidente salió tan mal parado de la asamblea como el entrenador del partido y el director deportivo de uno y otro sito. No queda más bandera que la de Raúl.
Nada que ver con cuanto ocurre en el Barcelona. Juegan los azulgrana un fútbol moderno, generoso y exacto, por su buena aplicación ofensiva y defensiva, y su productividad goleadora sólo admite comparación con el de Les Cinc Copes de los años cincuenta. El impacto del ataque azulgrana ha sido tremendo en el campeonato. Desde que juegan 20 equipos, se han marcado más goles que nunca (414) y sólo una vez, en 1988 (45), se celebró una jornada con más tantos que la presente (44) si se contabilizan los torneos a partir de 1950.
El Barça encuentra en cada partido una motivación añadida a la del resultado. Un día se supera sin Messi y otro golea en ausencia de Eto'o. El próximo reto es ajustar cuentas con el Madrid después del pasillo del año pasado: 4-1. Puyol cuenta que es el partido que se le hizo más largo en su vida. A Guardiola le espera una tarea más psicológica que técnica, máxime después de que el Madrid se haga la víctima. Así las cosas, la hinchada azulgrana ya no sólo le pide la victoria a su equipo, sino que reclama una goleada para expresar el cambio de jerarquía en la Liga.
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