Las televisiones públicas europeas pierden los Juegos de 2016
Los Juegos Olímpicos de 2016 no estarán en manos de las televisiones públicas europeas. Será la primera vez en 60 años que el gran espectáculo deportivo es gestionado por un operador privado. El Comité Olímpico Internacional (COI), dueño de los derechos, se ha decantado por el magnate Rupert Murdoch y ha apeado a la Unión Europea de Radiodifusión (UER). Esta entidad agrupa a televisiones de 56 países europeos (entre ellas RTVE) y 19 del Norte de África y Oriente Próximo.
La decisión del COI ha roto de manera brusca una larga relación entre el organismo deportivo y las televisiones públicas. El desencuentro económico afecta a los Juegos, tanto los de invierno de 2014, que se celebrarán en Sochi (Rusia), como los de verano de 2016, a los que aspira Madrid. TVE ya no tendrá asegurada la transmisión de un torneo calificado de interés general y muchas de cuyas pruebas han de ser difundidas gratis. "El proceso está abierto", dijo un portavoz.
Murdoch derrota a la UER, que tenía los derechos desde 1956
Ante la oferta de Murdoch (cuyo precio no ha sido desvelado), la UER sólo pudo hacer público su lamento. "Hemos trabajando juntos [con el COI] desde 1956 llevando las imágenes de los Juegos a la mayor audiencia posible y asegurando siempre la máxima difusión", afirma su presidente, Fritz Pleitgen. En 1956 muchas televisiones que forman parte de la UER ni siquiera existían. TVE, de hecho, nació un mes antes de la inauguración de los Juegos de Melbourne. La UER considera que su oferta recogía "todo lo que los servicios de radiodifusión públicos pueden pagar por estos derechos" y también su "filosofía de invertir en los deportes olímpicos durante los cuatro años siguientes que transcurren entre unos JJ OO y los siguientes, y el valor de ofrecer deportes olímpicos gratuitamente a los ciudadanos".
Ahora, el COI ha primado la recaudación económica. No en vano los derechos televisivos representan el 53% del dinero que mueven los Juegos. La convocatoria de Pekín, el verano pasado, le costó a la UER 370 millones de euros, a los que se unen los 112 que desembolsó por la cita de invierno de 2006 (Turín, Italia). Y por la doble convocatoria de Vancouver (2010) y Londres (2012) pagará más de 700 millones. En EE UU, otro de los grandes mercados audiovisuales, los derechos se los adjudicó la NBC por 465 millones de euros.
En esta ocasión, la UER no ha podido seguir la espiral de precios y su puja ha sido inferior a la de Murdoch, dueño del imperio mediático News Corporation, propietario de la británica BskyB o la estadounidense Fox. La UER se propone analizar "con cuidado" las consecuencias de "no haber podido convencer al COI".
Dejar en manos de operadores privados derechos deportivos de gran impacto mediático tiene sus riesgos. O si no, que se lo pregunten al magnate alemán Leo Kirch, que compró los derechos de los mundiales de fútbol de Corea-Japón (2002) y Alemania (2006) a un precio desorbitado y se vio atrapado a la hora de revenderlos. Fue la puntilla para Kirch. El grupo acabó en quiebra.
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