"Soy un cuentista más casual que vocacional"
Félix J. Palma (Sanlúcar de Barrameda, 1978) confiesa que utilizó el relato para salvarse económicamente. En esa estructura rápida y llana su talento encontró la comodidad. Ahora se mueve por toda España en la promoción de El mapa del tiempo (Algaida. Premio Ateneo de Sevilla 2008), una apasionante vuelta de tuerca sobre los viajes al pasado y al futuro, ambientada en la época victoriana con personajes reales como H.G. Wells o Jack El Destripador. Es una novela de más de 600 páginas. Su mente se atreve a subirse a la máquina para vaticinar una segunda parte sin renunciar a sus cuentos y otras aventuras literarias.
Pregunta. ¿Hay que escribir una novela para que le respeten como escritor?
El escritor presenta 'El mapa del tiempo', novela sobre viajes al pasado y al futuro
Respuesta. Es una pregunta delicada. No lo he hecho para eso. Si empiezas a publicar y lo que haces es cuatro libros de cuentos, la gente puede pensar que tengo cierto recelo a la novela o que me gusta tanto el cuento como para quedarme en él. Pero yo siempre digo que soy un cuentista más casual que vocacional. Yo hace 10 años necesitaba una retribución inmediata de lo que escribía para pagar las facturas, fundamentalmente. Eso con el cuento era fácil con la cantidad de certámenes literarios que hay. El salto a la novela no ha sido para ganar prestigio sino porque el cuento, debido a su angostura, no permite resolver tramas complejas.
P. Por tanto, la motivación ha sido creativa.
R. El cuento en España siempre ha sido la cenicienta. Una novela tiene más oportunidades de llegar al lector. Muchos no saben qué es un libro de cuentos. Y la novela tiene muchas más salidas.
P. Entonces, no ha de ser entendido como una traición al relato.
R. Ni mucho menos. De hecho ahora voy a publicar un nuevo libro de cuentos. Yo creo en la estructura narrativa pura. La de principio, nudo y desenlace. Esa estructura es más pura en el cuento porque la novela tiene más lastres. Yo trato de mantener la osamenta. Mi novela tiene osamenta de cuento pero con 625 páginas.
P. En El mapa del tiempo hay muchas historias entrelazadas de personas diferentes con sus argumentos particulares. ¿Cómo funcionan estas subtramas?
R. Son diferentes historias protagonizadas por distintos personajes conectadas para que el todo dé un sentido a la novela. Gira en torno a una empresa de viajes temporales. Esa historia era lo suficientemente rica para que cada personaje se relacionara con ella y ayudara a engrandecer el concepto de viaje temporal, hacia un lugar que no existe, como es el futuro, o a regresar a lo que ha sucedido, que es el pasado.
P. Esos viajes, ¿son liberadores para los protagonistas o el tiempo pasa a dominarles más?
R. Es un debate que planteo. Hay un dilema moral. Cambias las aberraciones de la Historia o la dejas tal cual porque el hombre debe aprender de sus propios errores. Una de las cosas de las que habla la novela es la responsabilidad. Somos responsables porque sólo tenemos una oportunidad, pero si tuviéramos muchas nos volveríamos todos unos irresponsables.
P. ¿Qué es lo que cambiaría de su pasado?
R. A mí lo que más me atrae del viaje en el tiempo es la creación de universos paralelos. Está relacionado con las paradojas que se pueden producir. En un universo todas las decisiones que tomamos son las que vemos porque cobrarían forma. Pero todo lo que rechazo crearía muchos universos que no vemos porque estamos limitados por nuestros sentidos. Pero me gusta la idea de que todo lo que puede suceder, sucede.
P. Ha jugado con otros escritores como Wells.
R. Su inclusión era obligada porque él fue el creador de los viajes en el tiempo. No quería que fuera el protagonista. Es un secundario de lujo. La novela está protagonizada por personajes ficticios pero está plagada de secundarios reales como Jack El Destripador, Stoker, James o el propio Wells, que tira de la trama.
P. ¿Cuáles son los viajes más determinantes? ¿Los del pasado o los del futuro?
R. He intentado que la novela sea un compendio de todas las posibilidades de los viajes en el tiempo. He jugado con las dos direcciones, como un catálogo de todo lo que se ha escrito y filmado sobre ellos, pero con originalidad.
P. Viajando al futuro, ¿cómo será el Félix J. Palma de dentro de unos años?
R. Lo interesante es no encasillarse y hacer lo que te apetece en todo momento. He descubierto un universo muy rico y, aunque tiene 600 páginas, me han dicho muchos que parece que faltan páginas. He hecho un casting de la época victoriana pero queda mucha gente real e importante que no aparece. Me apetece una continuación si la novela tuviera éxito. Pero no abandonaré el relato. E incluso estoy pensando en probar con la literatura juvenil.
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