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"No fue una reyerta, disparó a bocajarro"

El sospechoso del crimen de Bujalance estaba en busca y captura, según el Gobierno

No hacía ni 24 horas que le habían dado sepultura. El llanto en la familia de José Reyes, el hombre de 51 años de etnia gitana que murió el domingo tras recibir un balazo en la cabeza hace dos semanas en Bujalance (Córdoba), seguía ayer intacto. La pena estaba viva, pero todavía más la rabia y la indignación por saber que el presunto asesino, Rafael Hidalgo Castro, payo, de 29 años, estaba en busca y captura por la acumulación de delitos menores, según confirmó el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz. Antes de tirotear presuntamente a Reyes, Hidalgo fue visto con frecuencia por el pueblo y por la humilde barriada de Santiago, donde vivía su familia, vecina de la víctima.

Hace 12 meses, el alcalde del pueblo, Rafael Cañete (PSOE), ya pidió en una Junta Local de Seguridad que se apresase a Hidalgo, del que se tiene registro de más de diez detenciones en una década. Todos los operativos para capturarle resultaron estériles. La última vez que Hidalgo se escabulló fue el pasado día 9. Esa tarde, tras una riña entre vecinos por el jaleo vivido la noche anterior, Hidalgo terminó pegando un tiro a bocajarro a José Reyes. "La discusión existió, pero fue horas antes de que matara a mi esposo. Mi marido, que estaba prácticamente inválido y andaba con muletas, no intervino. Ya por la tarde, se acercó este hombre a la puerta de la casa, donde José estaba apoyado. Le empujó y le disparó a la cabeza", relataba ayer la esposa del difunto, María del Carmen Cádiz Vargas, de 48 años. Reyes llegó consciente al hospital Reina Sofía de Córdoba. Pero no tardaría en hundirse en un profundo coma de 14 días, antes de morir. Dos semanas después de aquel disparo, no queda ni un miembro de la familia Hidalgo en el barrio de Santiago. La Federación de Asociaciones Culturales Cristianas de Andalucía -la familia de Reyes pertenece a la Iglesia de Filadelfia- ha convocado para las seis de la tarde de hoy una concentración a las puertas del Ayuntamiento.

Los familiares de José Reyes, de izquierda a derecha, Manuel Heredia, Araceli Reyes (hija), Mari Carmen Cádiz (viuda), Antonio Reyes (hermano) y Dolores Reyes (hermana).
Los familiares de José Reyes, de izquierda a derecha, Manuel Heredia, Araceli Reyes (hija), Mari Carmen Cádiz (viuda), Antonio Reyes (hermano) y Dolores Reyes (hermana).F. J. VARGAS
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