Muere tras ser tiroteado en la cabeza por un prófugo

El 9 de noviembre, José Reyes, gitano de 51 años, se vio envuelto en una reyerta en Bujalance (Córdoba). Resultó herido de bala en la cabeza. Hace dos días, Reyes murió en el hospital Reina Sofía tras dos semanas de agonía. El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, confirmó que el presunto autor del disparo, de 29 años, se encontraba en busca y captura por diversos delitos menores, pero dijo que "ni a Instituciones Penitenciarias ni a la Guardia Civil le consta que estuviese violando ningún permiso carcelario".

El sospechoso, según el subdelegado, es un delincuente multirreincidente al que le constan más de una decena de detenciones desde 1999 por todo tipo de delitos, entre los que no figura el homicidio ni el asesinato. A pesar de los distintos operativos policiales que se han dispuesto para apresarlo, este individuo siempre ha conseguido escabullirse.

La Federación de Asociaciones Culturales Cristianas de Andalucía (Facca), que engloba a grupos evangelistas, comparó ayer este suceso con el caso Mari Luz, la niña de Huelva de cinco años presuntamente asesinada por un pederasta que debía estar en prisión. El representante de Facca, Luis Guillermo Cortés, dijo que "el asesino de José, Rafael Hidalgo, es un prófugo de la Justicia, que estaba identificado y localizado en Bujalance, pero al que no se había detenido". Cortés pidió "responsabilidades".

"No hay mal clima"

Entre las personas a las que los miembros de Facca piden responsabilidades se encuentra el alcalde de Bujalance (8.000 habitantes), el socialista Rafael Cañete. El regidor afirmó ayer que hace un año ya pidió que se detuviese al presunto responsable de la muerte de Reyes. "Se trata de un individuo, conocido como Rafi que tiene una acumulación de penas por robos y hurtos en prisión", señaló el alcalde. No obstante, entre algunos vecinos del pueblo se cree que Rafael podía estar detrás de la muerte de un hombre en un cortijo de Baena, aunque nunca se le acusó oficialmente de este presunto crimen. En cuanto a las tensiones que de esta muerte se puedan derivar entre los vecinos payos y gitanos, el alcalde de Bujalance dijo que en el pueblo "no hay mal clima en la relación entre gitanos y castellanos".