El portero se tiró "a plomo con las rodillas"
Uno de los acusados señala a otro como el autor material, según el sumario
La narración de la muerte de Álvaro Ussía es una, compuesta por muchas voces. El sumario del caso recoge el testimonio de al menos ocho personas, según fuentes jurídicas, que acusan a los tres porteros encarcelados por su homicidio. Y entre ellos, a Antonio Sánchez como el que le reventó el corazón.
Todo empieza con una broma en el interior de la discoteca Balcón de Rosales, según recoge el atestado policial. Álvaro, motivado por la "ingesta de alcohol", empuja bromeando a su amigo Rafael, quien "impacta con una chica rubia, de ojos azules". En ese momento interviene la seguridad del local. Una chica ve cómo "en la pista de baile un portero arroja a un joven al suelo". Cuando se levanta, ese mismo portero "le agarra por el cuello, le inmoviliza y le saca a la puerta". La expulsión de Ussía de la sala se hace "incluso arrollando a la gente con una agresividad desproporcionada", en boca de otra persona que estaba esa noche en Balcón de Rosales. Otro testigo añade que al joven le pegan "un gancho" [un puñetazo] antes de sacarle. Los testigos señalan a dos gorilas, David Alonso y David Sancio, como las personas que le expulsan de la discoteca.
Sacaron a Ussía de la sala, él les insultó y le lanzaron por una barandilla
Los vigilantes no auxiliaron al joven y se marcharon "de forma precipitada"
Mientras, el primo menor de edad que ha ido con Ussía al local intenta comunicarse con él para decirle que quiere irse. Le está enviando un mensaje al móvil cuando ve cómo "dos porteros" sacan a Ussía de la sala. En la puerta, dice el adolescente, le esperan "más porteros". Tanto su primo como su amigo Rafael coinciden en que una vez en la calle Ussía "insulta a los porteros". Entre los dos tratan de calmarle, pero el joven "sigue insultándoles".
La reacción de los trabajadores de la sala es apalearle salvajemente. "Le lanzan por encima de una barandilla, golpeándole con puñetazos en la cabeza, le arrastran por las escaleras y le dan patadas por todo el cuerpo", sostiene su amigo. Los testigos narran golpes de todo tipo: "En el costado", "en el estómago", "puñetazos", "patadas en el cuerpo y en la cabeza"... Y mencionan también a Rodrigo, el supuesto novio de la joven a la que Ussía y su primo empujaron sin querer, del que dicen que "profirió varias patadas" al fallecido, según fuentes judiciales que han tenido acceso al sumario.
Pero el golpe certero y mortal a Ussía, el "traumatismo torácico con rotura del corazón", es cosa de una única persona. "Aparece Antonio, le hace un barrido [una técnica marcial para derribar a una persona] y en su caída se podría haber golpeado la cabeza con la barandilla", cuenta Rafael. "En el suelo siguen golpeándole", añade.
David Sancio, otro de los vigilantes acusado de homicidio, también dice ante la policía que fue Antonio quien le propinó el golpe que le mató: "Le hace un barrido a Álvaro y luego se tira encima del fallecido y cae a plomo con las rodillas sobre el pecho". Pero después, ante la juez, dice que el joven cayó "por inercia", la versión que ha mantenido siempre Antonio Sánchez.
Con Ussía ya en el suelo, su primo Rafael llama al 112 y al 091. Inicialmente le atienden dos miembros de la Cruz Roja que se hallan en el lugar. Luego, los efectivos del Samur tratan de reanimarle durante una hora y cuarto. En ese tiempo Ussía sufre dos paradas cardiorrespiratorias. Los porteros, según el sumario, no le auxiliaron y se fueron del lugar "de forma precipitada". "Antonio abandonó a la víctima cuando ya estaba inconsciente", recoge el escrito. El abogado de éste, José Carlos Paños, asegura que tras el altercado Antonio Sánchez fue a recoger a su hermana, que trabaja como camarera en otra discoteca.
En todo momento, Fortesa, la empresa para la que trabajan los tres detenidos, ha sostenido que Antonio Sánchez es sólo un amigo íntimo de la dueña de la compañía. Pero en el sumario, un responsable de Fortesa admite que aunque no tiene una "relación laboral formal" con Sánchez, "algunas veces se dedica a pagar a porteros", como el día de la muerte de Ussía. Aquella noche varios testigos identificaron a Antonio Sánchez como el jefe de seguridad de Balcón de Rosales. Y el responsable de la sala admitió que él era uno de los porteros de la discoteca.
Paños sostiene que Antonio Sánchez está destrozado por la situación. "Si dentro le han dado de hostias, me lo tendré que comer yo", asegura que le dijo el joven en la última visita que le hizo a la cárcel de Soto del Real. En su defensa, Sánchez ha explicado siempre que intentaba mediar en una riña entre Rafael y Ussía en el momento de los hechos. "Cogió a Rafael con la mano izquierda, a Álvaro con la derecha y en el momento de separarlos, Álvaro se cayó por la inercia y Antonio le cayó encima", ha relatado en varias ocasiones, según Paños. Sin embargo, esta versión no es ratificada por los testigos de los hechos, a excepción de los porteros. Asimismo, Sánchez y el resto de los acusados del homicidio han negado que pegaran a Álvaro Ussía.
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