"Soy el superviviente de toda una generación"
"Gongorino y torito de San Roque". Así se define el actor Juan Luis Galiardo (San Roque, Cádiz; 1940) que ayer recibió el premio Ciudad de Huelva dentro del Festival de Cine Iberoamericano que concluye esta noche en la capital onubense. "Yo creo que me premian como superviviente de toda una generación", reflexiona Galiardo desde la Casa Colón, sede del festival. Había llegado el día anterior desde Zaragoza, donde promociona la obra de teatro Humo. Dice sentirse halagado por este galardón a su trayectoria profesional pero le resta importancia. "Digamos que he tenido un recorrido polivalente, múltiple, vasto, dilatado", bromea. Y va más allá: "No hay que olvidar que un premio siempre es un castigo para otros que creen que lo merecen".
"No hay que olvidar que un premio siempre es un castigo para otros"
"La cultura no es de izquierdas ni de derechas. Es tuya. Y punto"
Desde el patio interior de la Casa Colón, salteado de naranjos, palmeras gigantes y bombillas de colores, Galiardo no puede evitar hacer una reflexión sobre la vida: "Llega un momento, una edad, en el que todo va demasiado deprisa. Los mayores, a diferencia de los jóvenes, queremos que pase el tiempo más lento, más lento, pero no ocurre". La dirección del certamen alude a la intensa carrera interpretativa del actor así como una estrecha vinculación a la cinematografía iberoamericana que va desde su papel en la cinta cubana española Papeles secundarios (1989), de Orlando Rojas, a la mexicana I love Miami (2006), de Alejandro González Padilla. Su vinculación a estos países comienza en México, en los años 80. Cuando recuerda esos días, le viene el acento mexicano: "Está padre que le llamen a uno gachupín, ¿eh?", dice partiéndose de risa. Al rato vuelve a centrarse: "Las dificultades agudizan el ingenio. Por eso el cine latinoamericano goza de una salud envidiable". En la conversación entremezcla chistes, ironías e incluso canciones populares. Habla de que en el mundo del cine hay de todo, de todos los colores, y le salta una canción en la cabeza: "De colores, de colores, se visten las flores en la primavera aaah, de colores...". Sobre el cine iberoamericano, sólo tiene alabanzas: "Estas películas no buscan el impacto inmediato sino que todavía se mueven en el humanismo. No hace falta ser productivo, sobre todo en el arte", analiza el actor de voz perturbadora. A su regreso a España fundó con varios amigos una productora, Penélope Films, responsable de la película El disputado voto del señor Cayo (1986), de Antonio Giménez Rico, y de la serie televisiva Turno de oficio. Su película más reciente es Esperpentos (2008), basada en el "surrealismo disparatado y grotesco" del escritor Ramón María del Valle Inclán.
Galiardo, que disfruta hablando de cualquier cosa, acaba la conversación como empezó. Con una frase lapidaria: "La cultura no es de izquierdas ni de derechas. Es tuya. Y punto".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.