Los nuevos conquistadores

"Es un jugador intrépido", dijo de él Dwyane Wade, una de las grandes estrellas de la NBA, que anotó 36 puntos para Miami, pero no pudo evitar la derrota ante Portland en el American Airlines Arena. Wade se tuvo que rendir a un deslumbrante Rudy Fernández, un ejemplo más del protagonismo español en el mejor baloncesto del mundo. La actuación del escolta no sólo se saldó con sus 25 puntos, sino que terminó en tromba como sólo pueden hacer los ya consagrados, no un novato como él. En los últimos cuartos tuvo incluso la eficaz ayuda de Sergio Rodríguez, que con mucho más esfuerzo se va haciendo un hueco en un patio tan difícil.

Es ya una realidad que los cinco españoles en la mejor Liga tienen el mayor peso específico conjunto que jamás hayan tenido otros extranjeros en su historia. El efecto yugoslavo (luego croata o serbio, de los Petrovic, Divac...) o el lituano (Marchulenis, Sabonis) fueron mucho más puntuales y dispersos. Además, el futuro se presenta aún mejor. Según los expertos, Ricky Rubio es el gran favorito para el número uno en el próximo draft, algo también inédito. Son los nuevos conquistadores en las canchas americanas.

Cuando faltaban 13,6 segundos para el final del primer tiempo, Rudy encestó uno de sus triples que puso a Portland con ventaja (50-47). Para entonces sólo sumaba 9 puntos, pero quedaba todo un recital. Lo oscureció todo. Hasta el tímido regreso de Greg Oden, el hombre que prometía tanto y lucha contra sus lesiones.

Rudy cogió incluso el último rebote del partido, el tercero suyo, junto a dos asistencias, dos recuperaciones y un tapón. Pero anotó triples y tiros claves desde todas las posiciones, así como los ocho tiros libres de que dispuso. Se pasó muchas veces pidiendo el balón a sus egoístas compañeros, que aún le desprecian como reserva, pero acabarán rindiéndose a su calidad. La está demostrando con una rapidez inusitada. En 29 minutos formó la revolución. "¡Extraordinario español, qué versatilidad!", se asombraron en la ESPN ante sus canastas, tanto en sus clásicos mates como desde la esquina o en giro desde el centro.

Con una jugada individual, jugándosela a lo Jordan o Bryant, nada menos, acabó de apuntillar al Heat a falta de 44 segundos. Portland sólo ganaba 96-92. Hay que tener el desparpajo y la categoría de los mejores para hacer eso. El dibujo de la bombilla, que en la cancha de Miami, por la combinación de los colores del Heat, es una auténtica bandera española, pareció una espléndida alfombra de acompañante. Pero la bandera rojigualda virtual se pasea por muchas canchas.

Los números de los cinco magníficos que brillan en la NBA dan buena muestra de que se "habla" incluso mucho más castellano que argentino, y con Ginóbili ahora fuera de juego. Son también cinco, pero no pesan tanto. Y sólo hay más franceses (9 o 10, según se incluya o no a Noah), pero de ellos sólo Parker tiene eco. José Manuel Calderón, que vivió con molestias en la pierna izquierda la derrota de Toronto ante Filadelfia, es líder en porcentaje de tiros libres (100%) y segundo en asistencias (nueve). Pau Gasol, ganador con los Lakers ante Nueva Orleans, es quinto en rebotes (11,2), y su hermano Marc, otra irrupción fulgurante, perdió con Memphis, pero arrasa como rookie: primero en rebotes, segundo en tiros de dos (noveno en toda la Liga) y sexto anotador. Rudy es segundo en triples y tiros libres (séptimo total), cuarto en anotadores y noveno en tiros de dos.