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Crónica:Liga de Campeones | Cuarta jornada
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Villarreal, a un paso

El equipo de Pellegrini se adelanta dos veces pero acaba empatando ante el débil Aalborg

Al Villarreal le cuesta cerrar los partidos. Y se debe a la falta oficio de algunos de sus jugadores. Cani, por ejemplo, que cometió una falta innecesaria al borde del área que le costó el empate a su equipo, cuando ya tenía el partido ganado. Se dejó dos puntos el conjunto de Pellegrini ante el rival más débil del grupo y su clasificación tendrá que esperar, aunque sigue a un paso. Un extraño virus ha entrado en el cuerpo defensivo del Villarreal, que desaprovechó anoche su superioridad además de dos buenos goles. El primero de Rossi, que tiene velocidad y un martillo en la bota izquierda, de ahí que sea ideal para los contragolpes. Y el segundo de Guille Franco tras un gran pase de Llorente. Al final, el público danés celebró el empate como un triunfo y los jugadores amarillos abordaron al árbitro pidiéndole cuentas por un penalti sobre Guille Franco que se tragó.

AALBORG 2 - VILLARREAL 2

Aalborg: Zaza; Pedersen, Jakobsen, Olfers, Bogelund (Nielsen, m. 74); Johansson, Due, Enevoldsen, Augsutinussen; Caca (Risgard, m. 78) y Curth (Saganowski, m. 71). No utilizados: Stenild; Braemer, Kristensen y Schwartz.

Villarreal: Diego López, Venta, Gonzalo, Godín, Capdevila; Edmilson (Mati Fernández, m. 82), Senna, Pirès (Cani, m. 62), Cazorla; Rossi (Guille Franco, m. 64) y Llorente. No utilizados: Viera; Cygan, Ángel y Bruno.

Goles: 0-1. M. 41. Rossi. 1-1. M. 53. Curth. 1-2. M. 75. Guille Franco. 2-2. M. 81. Due.

Árbitro: Bertrand Layec (Fra.). Amonestó a Due, Godín, Cani y Guille Franco.

Unos 10.500 espectadores en el Energi Nod Arena.

Avisado de que con los suplentes el equipo se le cae, Pellegrini recurrió a todos sus titulares para tratar de asegurar la clasificación y poder descansar más adelante. A todos menos uno: Bruno, que se lesionó a última hora y ni siquiera entró en los rondos de los reservas antes del encuentro. Su puesto lo ocupó Edmilson, muy cuestionado desde que llegara en verano procedente del Barça. A cinco minutos para el descanso, Pellegrini salió de su banquillo y se acercó al límite del área de entrenadores. Buscó a Rossi con la mirada y le describió con las manos un par de gestos universales en el argot futbolístico. "Rossi, no quiero que hagas pases largos. Toca, toca, toca". El delantero italiano asintió. Poco después, el Aalborg inició un ataque largo. Una ofensiva insistente del equipo danés, que se emocionó ante la posibilidad de llevarse un gol al descanso. Y descuidó por primera vez su defensa, tan poblada justo hasta ese momento. Entonces el Villarreal emprendió una contra que resultaría mortal para el Aalborg. Un tres para tres conducido por Pirès con sus dos delanteros (Llorente y Rossi) esperando el pase de gracia. Y el media punta francés, que acaba de cumplir 35 años en un estado excepcional, prefirió abrir a Rossi a su derecha. Pero como es zurdo, el punta italiano retrocedió algunos metros, se marchó hacia el centro del área y conectó un zurdazo lejos del alcance del portero Zaza.

Con sus gestos previos, Pellegrini había subrayado las esencias del Villarreal, que había entrado frío en el partido, serio atrás pero sin profundidad al atravesar el medio del campo. Y con ese contragolpe perfecto, el combinado amarillo plasmó toda su supremacía sobre el abrigado adversario danés, que ya no tendría más remedio que arriesgar un poco más. Y dejar más expuesto a su portero Zaza, cuyo nombre había sido coreado minutos antes tras pararle un disparo a bocajarro a Joseba Llorente.

El entusiasta Aalborg no se vino abajo, sino que comenzó la segunda parte con el mismo brío. Curth empató aprovechándose de que Javi Venta no había acompañado a sus compañeros al tirar el fuera de juego. El Villarreal comenzó a descomponerse defensivamente, y a repetir los errores tácticos que le llevaron a encajar 12 goles en tres partidos. Se multiplicó un inspirado Diego López y Pellegrini buscó alguna solución en el banquillo. Creyó encontrarla en Cani, que sustituyó a un Pirès muy castigado por las patadas de los defensas. El encuentro volvió a la normalidad. La que suponía que Senna y Cazorla tocaran y dominaran el centro del campo. De ese dominio nació el gol de Guille Franco, que bajó con el pecho el balón y remató un excelente pase de cuchara de Llorente. El Villarreal tenía el partido y el pase a octavos en el bolsillo, pero entonces Cani cometió una falta absurda en una zona peligrosa. Due la envió a la escuadra, ante las reproches a Cani de sus compañeros. La clasificación tendrá que esperar.

Cazorla lucha por el balón con Due.
Cazorla lucha por el balón con Due.ASSOCIATED PRESS

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