"La UEFA se quedará con las ganas"
Los jugadores del Atlético se conjuran contra la presunta conspiración del organizador
Mariano Pernía no pudo evitarlo. Tan pronto acabó el partido rompió a llorar "como un crío". "Ni siquiera me consuela que el linier me haya pedido perdón después del penalti. Debería haber reconocido su error de inmediato y no habernos robado de esta manera". El lateral de origen argentino cargó a continuación contra la UEFA: "Nos cierra el Calderón, sanciona al entrenador con dos partidos por no se sabe qué, y ahora esto. Puede que estén interesados en que no pasemos de ronda pero se van a quedar con las ganas".
Stefan Wittberg levantó el banderín "como un poseso", según recalcó Heitinga. El asistente sueco insistió tanto que el árbitro, Martin Handsson, que había pitado saque de puerta al entender que Gerrard había arrollado a Pernía dentro del área, pitó la pena máxima. "Ha cometido una estupidez. No sé que se le ha pasado por la cabeza. Venimos a jugar al fútbol no a que te pasen estas cosas", dijo con visibles muestras de enfado Heitinga. "Encima me saca amarilla por aplaudir su jugada y a Perea le hace lo mismo".
"Y por si eso fuera poco, también le mostró una tarjeta amarilla a Agüero porque chutó a puerta cuando pitó saque de centro", intervino Maniche. "¡Pero si eso se puede hacer, lo que pasa es que ha entendido que en vez de intentar meter un gol era una falta de respeto!", añadió el centrocampista portugués, que aun así consideró que el Atlético había disputado un partido muy inteligente.
Rafa Benítez no reconoció el fallo arbitral que le valió el empate a los 93 minutos y 43 segundos. "Pues claro que ha sido penalti. Si esta jugada ocurre en el centro del campo el árbitro hubiera pitado falta y a nadie le hubiera extrañado", afirmó el preparador del Liverpool. Javier Aguirre fue más ecuánime: "De los árbitros nunca hablo y no voy a hacer la excepción", apuntó el técnico mexicano, que siguió el partido desde el palco al sancionarle la UEFA con dos partidos por insultar a Valbuena, delantero del Olympique.
La noche empezó fatal y terminó peor para el entrenador del Atlético. Los 3.000 aficionados españoles que se dieron cita en Anfield acogieron con un profundo resquemor la presencia del Kun en el banquillo. "¿Dónde está Agüero / Aguirre dónde está Agüero?", fue lo más suave que escuchó el entrenador. "¡Aguirre vete ya!", le cantaron mientras el equipo ganaba.
"El empate es positivo para ser primeros de grupo", expuso Aguirre; "nos basta con sumar un punto ante el PSV a puerta cerrada, o en Marsella". La UEFA, organismo que preside Michel Platini, castigó al Atlético con un partido sin público por la "actuación desproporcionada de la policía" y los "insultos racistas" que sufrieron los jugadores del Marsella en su visita al Calderón.
"Que digan lo que quieran, ni el línea se cree lo que ha pitado", siguió Raúl García dándole vueltas a la jugada que impidió que el Atlético fuese el primer equipo en clasificarse para octavos de la Champions. "Prefiero no hablar de robo, hay que sacar las cosas positivas, aunque nos vamos con cara de tontos". A su lado, Luis García parecía ajeno a la indignación de su compañero: "¡Puaj! ¿Para qué voy a hablar si sólo he jugado tres minutos?". Mientras, Riera le restaba trascendencia al enfado del Atlético. "Esas jugadas a veces se pitan y a veces no, en Madrid merecimos ganar y aquí no perder", asintió el medio. "Lo importante es que el equipo sigue sin perder", abundó Pepe Reina; "aunque la verdad, no sé si Steve se adelantó a Pernía o no".
El Liverpool, que el pasado sábado volvió a perder en la Premier siete meses después, no cae en su cancha desde octubre del año pasado contra el Marsella. "Pues esta noche les tocaba", proclamó aguantando el llanto Pernía. "A veces tienes una pequeña duda y no la resuelves hasta que ves la jugada repetida en televisión, pero esta vez ni los jugadores ni los espectadores reclamaron penalti".
"No estoy de acuerdo. Les dominamos con mucha claridad", apostilló Benítez, que se lavó las manos por la ausencia en la convocatoria de Fernando Torres. "Él fue el que tomó la decisión. No se vio con confianza", dijo el técnico madrileño. Aguirre tampoco despejó las incógnitas por reservar a Agüero para los últimos 20 minutos: "El Kun no jugó hasta entonces por razones tácticas y físicas". El que no abrió la boca fue Nacho Ambriz. Aunque dirigió el partido, el segundo de Aguirre, alérgico a los focos, declinó hacer cualquier comentario. "Venga, no busquemos más problemas, que bastantes tenemos", apuntaron desde el Atlético.
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