IU abunda en su perfil más radical en la 17ª asamblea

Casi un año justo después de la asamblea extraordinaria de Matalascañas (Huelva), en la que se eligieron a los candidatos a las elecciones autonómicas y generales del pasado 9 de marzo, Izquierda Unida de Andalucía se dispone a dar un paso más en el camino de recuperar las señas de identidad comunistas y afianzar su perfil más radical.

Con tan sólo ya un partido en su seno (la CUT de Juan Manuel Sánchez Gordillo), además del PCE, la 17ª asamblea andaluza -que se celebra desde hoy hasta el domingo en Salobreña (Granada)- será sin duda el preludio de la previsible victoria también del aparato comunista en la asamblea federal dentro de dos semanas, después de la salida el sábado pasado, dando un portazo, del hasta ahora coordinador general, Gaspar Llamazares.

El cónclave andaluz es el preludio de la victoria del PCE en la asamblea federal

Y es que el cónclave andaluz, el de más peso del conjunto de la organización federal, puede arrastrar aún más apoyos de los pronosticados en favor de las tesis del PCE en la cita de Madrid, al visualizarse con claridad la debilidad de los defensores de viejo proyecto plural de IU. Diego Valderas (Huelva, 1953), el candidato a la reelección en Andalucía, ha sido uno de los líderes territoriales que más se han significado en la batalla interna contra Llamazares, y esta vez podría superar el 70% de los votos. Su marca es el 59% en 2003, tras un 54%, en 2000. Enfrente tendrá a José Cabrero (Jaén, 1956), ex diputado andaluz recientemente reincorporado a la factoría de Santana Motor, quien ha asumido la candidatura crítica a sabiendas de que será difícil alcanzar el 30%, más que nada para evitar que Valderas barra por la incomparecencia del contrario.

Aunque apenas ha trascendido -las disputas internas de IU prácticamente han dejado de ser noticia por su carácter permanente-, los prolegómenos de la asamblea están cargados de acusaciones mutuas de sectarismo y exclusión, y algunas agrupaciones han recurrido los censos en los tribunales. El caso más llamativo es el de la localidad onubense de Bollullos Par del Condado, el pueblo de Diego Valderas. En torno a 200 afiliados (la asamblea casi entera) han sido expedientados por respaldar un pacto con el PP, y aunque se les tiene en cuenta a la hora de calcular el número de delegados que le corresponden a Huelva, no se les permite participar porque están fuera de la organización. Los agraviados -quienes han denunciado ante la Audiencia de Huelva a la actual gestora- han anunciado su presencia hoy en Salobreña para dejar constancia de su descontento.

En los papeles oficiales se han relegado verbos como recuperar o refundar (muy empleados por los críticos) para definir la nueva etapa de IU y se ha elegido reconstruir. Entre otras cuestiones, se reivindica la condición anticapitalista de IU, una vez que la "social democracia no existe", y se llega a la conclusión de que no es éste el momento de la convergencia con las organizaciones sociales, ya que "una excesiva dependencia de las subvenciones, en especial de la Junta", les ha hecho perder su actitud crítica. "Son inútiles nuestros recurrentes llamamientos a la recuperación del carácter de movimiento social y político de IU", afirma el informe político, que invita a buscar la "unidad en el programa". En cuanto a la condición republicana de Izquierda Unida, el informe dice que no es una "mera adjetivación para la galería". "La organización debe fijar en sus estatutos, discurso y práctica política su decidida voluntad de que la tercera república española sea una realidad (...) Uno de los trabajos de IU debe ser colaborar y aportar en la puesta en marcha del proceso constituyente de la tercera república".

Pese a que Juan Manuel Sánchez Gordillo se alió con el PCE para ser cabeza de lista por Sevilla en las elecciones autonómicas pasadas -y desbancar a Concha Caballero-, en la asamblea compite junto a los críticos.