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Reportaje:

El Athletic se radicaliza

El mundo 'abertzale' se organiza entre los socios tras la derrota asamblearia de la Directiva que, dividida, se queda sin respuesta

"Sólo nos representamos a nosotros mismos". La frase, lapidaria, la dijo el martes un socio compromisario del Athletic que, junto a otros 39, presentaba una propuesta de reforma de los estatutos del club tras el fracaso de la Junta Directiva en la última Asamblea general. Hasta ahí, asuntos domésticos, procedimentales, algo así como debates sobre el nasciturus de los nuevos estatutos del club rojiblanco. Pero había más. Había una convocatoria anónima, sin ningún nombre y ningún apellido en un hotel bilbaíno, una escenografía de la rueda de prensa que recordaba a muchas otras anteriores de la disuelta Batasuna, y muchos nombres conocidos de esa formación política. Por primera vez, ese sector, latente como otros en el club de San Mamés, se presentaba, anónimamente, como colectivo organizado para recoger firmas a favor de esa reforma estatutaria.

Hasta ahora, los sectores radicales sólo eran cautivados en cada cita electoral

Hasta ahora, el mundo de la izquierda abertzale había sido cautivado en cada cita electoral, a sabiendas de que se trata de un voto organizado, con pocas fisuras, aunque sea difícil calcular su valor porcentual en la masa social. Algunos ex presidentes sedujeron, o se dejaron seducir, por la fidelidad de ese voto para ganar elecciones cada vez más apuradas. Inicialmente, eran reductos más localizados en los fondos de San Mamés, más voluptuosos que ideologizados.

La sensación que se respiraba tras la última Asamblea de socios compromisarios, celebrada el 8 de octubre, que tumbó el presupuesto de la Junta y la propuesta de una comisión para la reforma de estatutos, es que fue el fruto de un colectivo bien organizado, con la ayuda de un grupo que sólo vela por su perpetuidad en la asamblea tras 20 años (en algunos casos) como compromisarios. La mayoría de los principales intervientes en la citada Asamblea estaba el martes presente en la conferencia de prensa anónima: Jone Goirizelaia, militante de la disuelta Batasuna y abogada de presos de ETA, Javier Cano, ex presidente de la Asociación de Peñas e imputado en 2000 por colaboración con el comando Vizcaya y otros habituales de los micrófonos de la asamblea alineados en ese sector.

Fiel a sus tradiciones, el Athletic ha alardeado de ser un crisol político donde conviven sin dificultad las diferentes ideologías en los asientos de San Mamés. Sin embargo, la decisión del presidente, Fernando García Macua, de celebrar un minuto de silencio como repulsa al asesinato del ex concejal socialista Isaías Carrasco a manos de ETA en marzo de este año recibió críticas de los sectores nacionalistas radicales y moderados. La respuesta del público de San Mamés, sin embargo, fue mayoritaria.

El mundo radical votó en las pasadas elecciones a favor del candidato perdedor, Juan Carlos Ercoreca, como habían anunciado previamente en un artículo publicado en el diario Gara. Varios de aquellos firmantes figuraban el martes entre los participantes en la rueda de prensa anónima.

Incluso, en los mentideros rojiblancos se amontonan los rumores de que determinados futbolistas no siguieron o no juegan en el Athletic por sus ideas políticas. El rumor no es inocente.

La abogada Jone Goirizelaia, a la izquierda, con los socios que proponen una reforma.
La abogada Jone Goirizelaia, a la izquierda, con los socios que proponen una reforma.LUIS ALBERTO GARCÍA

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