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Reportaje:Moda

Licencia para quedarse a cuadros

Soplan vientos escoceses en las pasarelas - El tartán,estampado de la temporada, en cinco claves

Tartán: a) Tejido invariablemente asociado a las raíces de la identidad nacional escocesa; b) Estampado, que como esa tía lejana a la que adoramos y cuyas visitas nunca esperamos, reaparece cada cierto tiempo sobre las pasarelas. Esta vez, la estancia de la entrañable tía se va a prolongar toda la temporada, porque casi todos los diseñadores han apostado por los cuadros en sus colecciones.

- ¿Por qué? Son un motivo simbólicamente ambiguo (pueden comunicar los mensajes más dispares) y formalmente lleno de posibilidades. Piensen si no en la reina Isabel II paseando entre las brumas por Balmoral, en Kurt Cobain cantándole a la angustia adolescente con camisa de leñador o en una colegiala de exigua falda tableada. Cualquiera de estas imágenes es equiparable en la retina colectiva a la de Mel Gibson ataviado de aguerrido rebelde escocés en la película Braveheart.

- ¿Quién? El primero en usar este entramado reticular con fines estilísticos fue el modisto británico Thomas Burberry. En 1880 forró el interior de las gabardinas que comercializaba su marca con cuadros en marrón, blanco y negro. Desde entonces, este decorado reverso se convertiría en la seña más característica de la firma. Y en sinónimo de tradición británica. Pero fue la también inglesa Vivienne Westwood la primera en subvertir de manera deliberada este código y dotar al tartán de credenciales rebeldes al convertirlo en abanderado de la estética punk. Marcas como Ralph Lauren, D&G, Balmain o House of Holland han sido las últimas en subirse al carro de la descontextualización.

- ¿Cómo? El resultado de esta apropiación masiva no sólo es efectista. También pone de manifiesto que ahí fuera hay un tartán para cada uno.

- ¿Dónde? Mientras DSquared usa los cuadros con fines lascivos; su colección incluye una docena de conjuntos de falda y chaqueta en llameante rojo que remiten, de manera directa, a la erótica de oficina, Ralph Lauren da una lección de contención con sus faldas hasta el suelo, en D&G las reminiscencias son campestres y House of Holland apuesta por la mezcla indiscriminada de colores. Tessa Hartmann, fundadora de los Premios Escoceses de la Moda, elevó la ubicuidad del tartán a gesta. Tal y como declaró a The Guardian: "El notable uso que de este tejido llevan haciendo las marcas de moda globales desde hace un año, para Escocia, como nación, es estupendo".

- ¿Merece la pena? Sí. Porque, al fin y al cabo, es un estampado, que en sí mismo ha traspuesto el código más estricto de todos: el del sexo. En su día, se escogió para colorear los kilts, las únicas faldas, aparte de las sotanas, que han conseguido entrar en el armario masculino. Sin embargo, el tartán no favorece a todo el mundo. Los cuadros no perdonan. Una manera de infiltrarlos en nuestro guardarropa es hacerlo a través de los complementos que los abrazan pero sin estridencias, como los bolsos, medias o cinturones.

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