El PP ignora su código ético al no expulsar a un ex alcalde condenado
Califica de "intachable" la gestión de Vilanova, condenado por prevaricación
El ex alcalde de Vila-real Manuel Vilanova no va a ser ni expedientado ni expulsado del PP pese a que sobre él recae una sentencia firme del Tribunal Supremo por un delito de prevaricación que lo condenó a un año y seis meses de prisión, más ocho años de inhabilitación especial para empleo o cargo público. Tras el cambio en los estatutos del PP autonómico por el que, en teoría, sólo se suspenderá de militancia a los cargos condenados, la dirección de los populares decidió alabar la "honradez" del ex alcalde, tal como dijo el vicesecretario general, Ricardo Costa, y aludir a la existencia de un tribunal europeo para prolongar la pertenencia de Vilanova al PP.
El ex alcalde de Vila-real condenado recibe el apoyo de Fabra y Costa
El presidente del PP de Castellón, Carlos Fabra, que optará a la reelección para este puesto, no quiso ayer dar muchas explicaciones sobre su parecer respecto al cambio en los estatutos. Pero dijo estar "absolutamente de acuerdo". Sin embargo, sí fue explícito al argumentar que pese a que la sentencia contra Vilanova es del Tribunal Supremo, existe otra instancia, el tribunal europeo. "Y la sentencia no es firme hasta el último estado", señaló.
El apoyo a Vilanova no sólo llegó del presidente del PP de Castellón. "Si alguien duda de la honradez de Manuel Vilanova, que no cuente conmigo", aseguró ayer el secretario general de los populares valencianos, Ricardo Costa, que demostró que hará caso omiso del compromiso ético aprobado por el PP en su congreso del pasado fin de semana. Costa aseguró que Vilanova ha mantenido una "intachable gestión y actitud" pese a la sentencia firme del Tribunal Supremo. El ex alcalde de Vila-real "tuvo una actuación ejemplar" durante todo el proceso judicial que acabó con la sentencia condenatoria, según el PP. Costa aseguró ayer: "Actuamos con coherencia con lo que hemos defendido", dijo mientras defendía también la actuación de la alcaldesa de Dénia, Ana Kringe, miembro de la nueva dirección regional, pese a que accedió a la alcaldía con el apoyo de un tránsfuga socialista.
El ensalzamiento de populares condenados no es una novedad. El propio Ricardo Costa alabó las virtudes del ex consejero Luis Fernando Cartagena, condenado y encarcelado por quedarse con 49.000 euros donados por unas religiosas al Ayuntamiento de Orihuela. "Luis Fernando Cartagena ha sido un gran alcalde de Orihuela, ha sido un gran consejero", dijo Costa. Las loas llegaron entonces desde el mismo Consell, que, en boca de su vicepresidente, Vicente Rambla, señaló que "el señor Cartagena fue un edil muy querido en Orihuela y un excelente consejero de Infraestructuras". Rambla le deseó "lo mejor" y se mostró esperanzado en que su estancia en prisión "dure lo mínimo posible" y pueda reanudar pronto "su actividad y su contribución a la sociedad".
Las críticas al incumplimiento del PP con sus compromisos llegaron desde la oposición. El portavoz del Grupo Socialista en la Diputación de Castellón, Francesc Colomer, sostuvo que además de que "el cambio es sustancial ya que suprime de un plumazo las responsabilidades políticas y cívicas", Fabra lo único que intenta es "allanarse el camino".
Por su parte, el representante de Iniciativa en las comarcas de Castellón, Carles Mulet, indicó que el XII congreso del PP no sólo ha servido para que se "pierda higiene democrática" con el blindaje que los populares han facilitado a Carlos Fabra, sino que ha servido para comprobar cómo ni siquiera cumplen con el mínimo compromiso ético, "a la vista de que Manuel Vilanova sigue como presidente local". "Les da igual que sean corruptos porque ellos los mantendrán", añadió.
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