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La Policía no halla objetos que pudieran originar el fuego

"Todo apunta a que el siniestro pueda ser intencionado y no fortuito. Y no se han encontrado instrumentos como mecheros en la habitación". Tras la rápida intervención de los bomberos, la policía examinó la habitación en busca de instrumentos que expliquen el origen del incendio, pero la Unidad de la Policía Científica abandonó el hospital Virgen del Rocío sin ellas. La dirección del hospital sostuvo ayer que, diez minutos antes del suceso, un médico había visitado al paciente y que éste estaba "tranquilo". A partir de ahí, aún no se sabe nada de lo que pudo suceder.

Los investigadores deberán esperar al análisis de las muestras recogidas para determinar con precisión el origen del fuego. La ausencia de pruebas como un encendedor o cerillas va en consonancia con el protocolo de actuación impuesto en cualquier unidad de psiquiatría. Éste se aplica de forma automática al producirse un ingreso, han declarado diversas fuentes consultadas en dos de los hospitales de Sevilla -el Virgen del Rocío y el Virgen Macarena-.

"Protocolo riguroso"

Algunos psiquiatras consultados han matizado que "para los ingresos de agudos [como es el caso del enfermo fallecido ayer] este protocolo es todavía más riguroso y preciso". De hecho, dos de los psiquiatras consultados fuera del hospital comentaron que, en la práctica clínica habitual, "y aunque no esté escrito en el protocolo a seguir", a todo paciente que ingresa se le despoja de su ropa nada más llegar, se le retiran todos los objetos personales, ya sea mechero, tabaco o cualquier otra cosa y se le viste con el pijama del hospital.

Sin embargo, si el enfermo persistiese en su actitud agresiva, comentan estos profesionales, lo habitual es que se le sede e inmovilice, atándole cada brazo y cada pierna, por separado, a los laterales de la cama, con unas cintas específicas para la peliaguda misión.

En el hospital Virgen del Rocío recuerdan que no es ésta la primera vez que un enfermo que ha sido "atado" se suelta -ha habido casos que en el proceso de librarse de las ataduras terminan lesionán-dose- ni tampoco es la primera vez que se produce un incendio en el área de psiquiatría. "A pesar de la estrecha vigilancia a la que se somete día y noche a estos pacientes, a veces aparecen con mechero o fumando... Sin que lleguemos a saber cómo han conseguido el tabaco", apuntó ayer un trabajador de la unidad.

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