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Entrevista:RUBÉN DE LA RED | Centrocampista del Real Madrid

"Mi estilo es el de Caminero"

"Dicen que me falta marca. Pero robo siete balones por partido. Diarra roba ocho"

Diego Torres

La suerte de los futbolistas es juguetona. Lo sabe Rubén de la Red (Arroyomolinos, 1985), a quien el Madrid despreció dos veces y fichó tres. Hasta este verano, el club le trató como si el mercado y la plantilla estuvieran repletos de jugadores como él. No es el caso. Sin Guti, de baja por lesión, el próximo sábado será el único mediocampista en condiciones de organizar el juego de su equipo. Cosas del destino. De la Red volverá al Calderón con la manija de comandante. Cogerá el mando del Madrid en el mismo campo en el que floreció su héroe de la infancia: José Luis Pérez Caminero.

Pregunta. ¿Qué clase de jugador sueña con ser?

Respuesta. Lo más fácil sería decir: 'Yo juego de medio centro adelantado y ahí es donde voy a jugar siempre porque, si no me ponen ahí, no juego'. Pero eso sería peor para mí. Creo que también puedo rendir a buen nivel como medio centro defensivo. Así es que haré lo que convenga al equipo y al entrenador porque quiero jugar siempre.

"Un canterano debe hacer mucho más que cualquier otro fichaje para que se le aprecie"
"En el campo, mando. Tengo que hacerlo como lo veo. Aunque me equivoque"

P. ¿Pero a quién se parece más, a Diarra o a Guti?

R. Soy una mezcla del estilo de cada uno. No soy tan agresivo en la defensa como Diarra ni tan ofensivo como Guti. Soy un término medio. Con bastante capacidad para defender y también con llegada y toque.

P. Es decir, como Caminero.

R. ¡Sí, claro! Es que el de Caminero es mi estilo. Él era un tío que abarcaba mucho campo. Defendía, robaba el balón y desplegaba mucho juego en ataque.

P. ¿Cómo empezó?

R. En Móstoles, con tres años, jugando al fútbol sala en el equipo del colegio de mi hermano mayor y con mi padre de técnico. '¡Pégale unas patadas!', me dijeron. ¡Y a jugar!

P. ¿Por qué en el Madrid los canteranos deben superar más exámenes que los extranjeros?

R. Porque tienen más complicado que les reconozcan como buenos futbolistas. Un canterano tiene que hacer muchas más cosas que cualquier otro fichaje para que se aprecie su valor. Como los tenemos en casa, no les echamos un vistazo. Hasta que se van. Entonces, decimos: '¡Hostia, ahora me doy cuenta de lo que tenía!'. Así pasa en el fútbol y en la vida.

P. ¿Pueden estar Parejo y Granero en este Madrid?

R. Parejo se ha ido a probar a un equipo de Segunda inglés para crecer. Pero, si tuviera minutos, igual podría crecer aquí. A Granero le he visto evolucionar día a día. Y sí que tiene nivel para este equipo.

P. ¿Le cedieron al Getafe o le vendieron?

R. A mí me vendieron. Yo no tenía ninguna vinculación con el Madrid. Sólo una opción de recompra, ejecutada luego por el club [pagó nueve millones].

P. No le presentaron. ¿Le habría gustado?

R. Claro que sí. Aunque seamos de la cantera, si te han vendido y luego te han fichado... Habría sido un acto bonito de reconocimiento. Un premio. Como decir: 'Te lo has ganado'.

P. Por su actitud en el campo, da la impresión de que usted se siente especial. Un crack.

R. Depende. A veces se llama crack al que para los goles. Otras veces, al que los mete. O a los regateadores. En el fútbol hay muchos cracks. Un tío que va al cruce, de cabeza las da todas, la saca jugada y alguna vez se incorpora, para mí, también es un crack, pero no se lo reconocen porque juega de central.

P. ¿Por qué en la selección española le llamaban Maradona?

R. Casillas y Sergio Ramos empezaron: '¡Eh, Maradona!' De cachondeo. Igual que a Iker le picábamos con Buffon. No hay una explicación. Aquello era puro cachondeo.

P. ¿Cuál cree que es su carácter? ¿Qué siente cuando juega?

R. En el campo me gusta expresar lo que veo. Hablo con todos y digo lo que creo que tengo que decir. Si tengo que mandar, mando porque tengo que hacerlo como yo lo veo. No me quedo con nada. Aunque me equivoque. Podría cerrarme por si acaso tengo problemas. Pero no. De la misma manera, me gusta que me digan las cosas porque sé escuchar. Además, soy ambicioso: voy, voy, voy. Hasta que se acaba el partido. Aunque vayamos ganando. Quiero ir a por más goles. A veces, me digo: '¡Hostia, hay que conservar la cabeza fría, hay que tocar!'. Pero mi instinto me dice que hay que ir a tocar, apoyar y meter otro.

P. ¿No teme llegar fundido al final del partido?

R. A veces, te tienes que dosificar. Echas una carrera, vuelves y la próxima que suba otro. Para eso están las coberturas. Pero el curso pasado metí cuatro goles en los últimos diez minutos.

P. Diarra no para de decirle cosas. ¿Qué le pide?

R. Diarra y yo hablamos mucho para ayudarnos. Él está detrás y ve mejor mi situación. A veces, con un grito como '¡derecha!' consigues que tu compañero reaccione y sirve para tapar un pase. Dos pasos, tres metros y cortas una jugada del rival. Los medios tenemos que estar atentos al esquema del contrario: si juega con tres o con dos interiores, con un 4-4-2 como el Atlético o con un 4-1-3-1 como nosotros. A partir de ahí, nos organizamos para contrarrestarlos.

P. ¿No cree que al Madrid le falta desborde?

R. Higuaín y Drenthe, en un momento dado, desbordan. Y tenemos laterales que llegan a la línea de fondo. Lo que está claro es que nadie en el equipo tiene las características de Robben. Es el único banda-banda.

P. Cannavaro dijo que usted debía aprender a sufrir. ¿Por qué?

R. Habría que preguntárselo a él porque yo corro como todos. Y, cuando perdemos, a mí me jode el primero. No sé qué es aprender a sufrir. Yo en el minuto 90 sigo corriendo.

P. ¿Por qué, entonces, le perciben como a un jugador que se reserva gasolina?

R. Quizá por mi estilo la gente se equivoca. Tal vez, por mi forma de correr. Pero yo doy un pase a un toque y libero una línea. Hay algunos que dicen que me falta marca. Pero robo siete balones por partido. Diarra roba ocho. No voy fuerte, no voy sobrado físicamente. No es mi forma de jugar. A mí no me pueden pedir que vaya al suelo ni que meta la pierna. Yo robo porque me coloco y aprieto cuando hay que apretar.

P. ¿Qué le pidió Schuster?

R. En particular, no me ha dicho nada. No sé... Como a cualquiera. Cada uno sabe lo que tiene que hacer.

De la Red celebra un gol durante la vuelta de la Supercopa de España contra el Valencia en el Bernabéu.
De la Red celebra un gol durante la vuelta de la Supercopa de España contra el Valencia en el Bernabéu.ÁLVARO GARCÍA

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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