Un campeón inoxidable

Aíto García Reneses ha sido recibido en Málaga como el nuevo mesías. Todo funcionaba de maravilla, con el espaldarazo de su triunfo sobre el Madrid en la primera jornada. Pero al Martín Carpena llegó el Tau y todo volvió donde el equipo vitoriano lo había dejado el pasado ejercicio. Es decir, con el Tau en todo lo alto, demostrando una consistencia a prueba de cambios de entrenadores, de jugadores y de ausencias tan importantes como las de Splitter y Vidal o de malos días como el de San Emeterio. Venció el Tau con todas las de la ley, con un Rakocevic afinado y regular como pocas veces y una defensa al gusto de Dusko Ivanovic y a la que es casi imposible endosar 70 puntos. En 69 se quedó el hasta ahora prolífico Unicaja.

El jugador de la jornada fue Felipe Reyes. El hombre franquicia del Madrid sigue dando el callo para suerte de sus compañeros, que ganan margen para situarse a su nivel; de su entrenador, que evita presiones excesivas nada más empezar, y de su club, que puede dar tiempo al tiempo. 29 puntos y 13 rebotes sumó Felipe en San Sebastián, donde sólo Mumbrú y el emergente Sergio Llull le siguieron el hilo. El Madrid arrastra flecos preocupantes del pasado ejercicio. Entonces salió como un cohete, aprovechó el goloso premio de la fase regular y se clasificó así para la Euroliga. Pero los demás indicadores proyectan la sombra de la sospecha sobre un equipo al que el DKV Joventut dejó dos veces en la estacada, en las semifinales de la Copa y de la Liga. A su quinto puesto liguero se añade su gatillazo en la Euroliga: no llegó a la final four al perder los dos últimos partidos del Top 16 ante el Maccabi y el Olympiacos.

Junto al Tau, marca el paso el Barça. Nada nuevo. Sí lo es el caso de Iker Iturbe, ala-pívot del Estudiantes: en tres partidos no ha anotado sus dos intentos de tiro normales, pero suma 14 triples en sus 20 lanzamientos. ¡Qué barbaridad!