Francia no arranca
Doménech, sigue en peligro tras no pasar del empate ante la insulsa Rumania

Rumania como punzón. Se le agotan las excusas y el tiempo a Raymond Doménech, que no atina con la tecla y que languidece en el banquillo de Francia. Renovado hace nada en una controvertida decisión de la federación gala, al técnico ya no le acompañan los resultados ni los futbolistas; persiste en su idea de mantener la generación de oro -que conquistó el Mundial 98 y la Eurocopa 2000- y ésta, vetusta, coletea sobre el césped. Anoche, ante una Rumania insulsa que aún no había dado señales de vida en la fase de clasificación para el Mundial de Suráfrica 2010, Doménech empató el duelo (2-2) y quizás el puesto. Candidatos, con Deschamps, Blanc (Girondins) y Tigana en la cola, no faltan.
No encuentra Francia su juego y menos ante la portería contraria. Así que apura Doménech su tiempo, una vez confirmado el desastre de la pasada Eurocopa y la derrota ante Austria (3-1) en el primer partido de esta fase de grupos. Tras recuperar parte de su crédito al tumbar con más oficio que otra cosa a Serbia (2-1) en un partido en que respondieron los veteranos y protegidos Henry y Anelka, anoche padeció el penúltimo varapalo. Se le atragantó a Francia el aviso de Ribéry, que regresaba a la convocatoria tras una lesión en el tobillo. "Aprovecharemos la primera ocasión de la que dispongamos", anunció a bombo y platillo Caracortada, tildado así por su aparatosa cicatriz. Pero fue Rumania -que había perdido ante Lituania (0-3) y doblegado por la mínima a las Islas Feroe-, la que acertó en sus dos primeros disparos. Con Petre y Goian, apodado Goe por sus dianas a pesar de ser defensa central, como estiletes.
El propio Ribéry acortó distancias y un extraordinario disparo desde 30 metros de Gourcuff salvó al equipo galo del desastre. Serbia, además, le cortó los pies a Lituania (3-0). Los lituanos siguen líderes con un punto de ventaja sobre Serbia y dos sobre Francia. La sorpresa del grupo la dio las Islas Feroe, que empató frente a Austria. Buena despedida para Jógvan Martin Olsen, que dejará el banquillo tras el próximo duelo ante Lituania.


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