El PP de las ciudades piden seguir a Galicia Bilingüe y frenar a Rosa Díez
El sector más galleguista propone mantener el equilibrio entre los dos idiomas
El presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, tiene un dilema y apenas unos pocos meses para resolverlo. Mientras Rosa Díez busca candidato para UPyD en Galicia, el sector más urbano del Partido Popular le reclama un acercamiento a las posiciones que defiende Galicia Bilingüe sobre el modelo educativo y la polémica lingüística.
Corina Porro asegura que las ciudades apoyan las protestas de la plataforma
Con las autonómicas en el horizonte, Feijóo ha optado, de momento, por marcar distancias con la plataforma en el fondo -él defiende que los colegios impartan el 50% de las asignaturas en cada una de las dos lenguas oficiales- y en la forma, sin acudir a las manifestaciones convocadas por el colectivo de Gloria Lago. Y ése es, por ahora, el discurso oficial del PP, a pesar de que representantes del sector más urbano aboguen, cada día con más fuerza, por asumir los postulados de Galicia Bilingüe para que sean los padres los que elijan si sus hijos estudian en gallego o en castellano.
La cara del partido en Vigo, Corina Porro, habitual en las fotos de la plataforma -de las que se desmarcan otros dirigentes populares-, ha sido la que con más vehemencia ha asumido sus reivindicaciones. "Más allá de porcentajes", la ex alcaldesa y actual portavoz municipal defiende "la libertad de los padres para elegir el idioma de sus hijos". "Me opongo a que se estudien materias como Coñecemento do Medio y Matemáticas en gallego porque se perjudica la formación de los alumnos, creo en el derecho de cada familia a optar por una enseñanza mayoritaria en castellano". En la misma línea está el portavoz en A Coruña, Carlos Negreira, quien ha presentado mociones para recuperar la "L" del topónimo y ocupar el vacío dejado por el ex alcalde Francisco Vázquez, ahora que hay una coalición en María Pita que sí asume la legalidad.
Según Porro, el suyo es el sentir mayoritario de los dirigentes del PP en las ciudades, el mismo que defendieron en órganos internos del partido el ex conselleiro Enrique López Veiga o la diputada pontevedresa Pilar Rojo. La campaña de los medios de comunicación más influyentes en la derecha de Madrid apunta también en esa dirección y no dudó en arremeter contra el propio Feijóo cada vez que éste ha defendido la oficialidad del gallego.
Pero sucede que aquí el PP siempre se ha presentado como un partido de centro, reformista y galleguista. Y esos apellidos son los que los dirigentes del ala más rural se niegan a perder. El senador y ex vicepresidente de la Xunta Xosé Manuel Barreiro se declara partidario del "bilingüismo armónico" que siempre "fomentaron los Gobiernos de Fraga" y de "defender sin imposiciones, la lengua como elemento que es de la identidad de Galicia". También el alcalde de Lalín, Xosé Crespo, se muestra convencido de que no existe enfrentamiento interno porque la línea galleguista del partido está garantizada con Feijóo en la presidencia.
Entre quienes propugnan una mayor contundencia del PP en defensa del castellano hay mucho de estrategia electoral. "UPyD es hoy una opción real, fresca y atractiva con un discurso a contracorriente que se atreve a decir cosas que nosotros no decimos y que puede enganchar. Si obtiene 2.000 o 3.000 votos, nos puede hacer daño", advierte un ex conselleiro en los últimos dos gabinetes de Fraga.
Aunque la vieja dicotomía entre boinas y birretes se ha diluido tras el congreso de la sucesión del presidente fundador, existen otras voces -frente a las que alertan sobre el riesgo de que la formación de Rosa Díez capitalice en las urnas la defensa del castellano- que recuerdan el peligro de ahuyentar a los votantes más galleguistas. "Fraga cimentó sus mayorías sobre una amplia base social, consiguió el apoyo de parte de Coalición Galega que ahora podría ir al Bloque", señala otro ex conselleiro con amplias responsabilidades en la Xunta del PP.
El debate interno no sólo pone en peligro unos cuantos miles de votos también amenaza con llevarse por delante la coherencia política de la formación conservadora, puesto que fue el propio PP el que aprobó, junto a PSdeG y Bloque, en 2004 un Plan de Normalización Lingüística que luego el bipartito calcó en el decreto para regular la educación. Aquel texto proponía ya que "como mínimo" la mitad de asignaturas se impartan en gallego. Que el bipartito otorgase rango de ley al plan avalado por la unanimidad de la Cámara motivó la campaña de Galicia Bilingüe que acusa a la Xunta de imponer el gallego y perseguir a los castellanohablantes.
Unanimidad contra la "imposición"
Distintas sensibilidades sobre la lengua pero una sola voz contra el bipartito. Las diferencias de criterio respecto al discurso de Galicia Bilingüe entre los sectores urbano y rural del PP no ha evitado que todo el partido se posicione en contra de la Xunta y su aplicación sobre el decreto del gallego.
Tanto en el grupo parlamentario como entre los portavoces municipales de las ciudades predomina el convencimiento de que el PSOE y el Bloque han creado un problema con el idioma donde no lo había. "La imposición no puede ser el camino y además no hacía falta porque los jóvenes que hoy hablan gallego lo aprendieron en las escuelas que gestionaba el PP", recuerda el ex conselleiro y diputado Enrique López Veiga. "Se ha roto la armonía y se ha agraviado a muchos padres. Dudo que obligar a los niños sea la ayuda que precisa el gallego", señala Manuel Ruiz Rivas, portavoz del grupo parlamentario que presentó en agosto del año pasado una proposición de ley para derogar la normativa del actual Gobierno gallego.
El propio Feijóo ha acusado de forma continua al PSOE por "abdicar de su política lingüística". El líder del PP sostiene no obstante que sólo su partido puede revertir la actual situación. "Es evidente que el voto a UPyD sirve para apoyar al nacionalismo y refrendar su política lingüística en Galicia", concluye. Frente a esa situación, el Partido Popular, "propone la cohabitación de los dos idiomas al 50% en las escuelas".
"Es la propuesta más razonable, porque lo contrario crearía guetos. Nunca he ocultado que hay mucha gente del PP que es partidaria de darle más libertad a los padres. Mantengo que la mitad de las asignaturas en cada idioma sería lo aceptable, pero el bipartito lo está incumpliendo", asegura Feijóo.
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