La Abadía se rinde al 'enfant terrible' del surrealismo
'Brossalobrossotdebrossat' muestra el lado íntimo del poeta Joan Brossa
"¿La Iglesia católica española? Puta ladilla", exclama una mujer sobre una máquina para hacer gimnasia. Y habla de sotanas que tejen arañas lentas y de ley eclesiástica: "Aplícasela, puerca, a tu estamento". El poeta Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) de lenguaje cáustico, surrealista e irónico, irreverente y terrible, llega por primera vez a las tablas del teatro de la Abadía, convertido en el espectáculo Brossalobrossotdebrossat (antes titulado 53 maneras diferentes de matar a un capellán), dirigido por su amigo Carles Santos. Sin embargo, no se trata de un discurso anticlerical ni el Brossa "mata-curas" que algunos quisieron ver en él, sino un retrato-homenaje intimista formado de recuerdos y vivencias, de sus poemas y textos convertidos en una partitura sobre el escenario.
Un piano, una biblioteca, una bandera de Estados Unidos que sirve de toalla mientras una mujer se afeita, una máquina para hacer remo y un violín son algunos de los instrumentos que sirven para desmembrar y reconstruir al Brossa amigo de escenas surrealistas -con sus fieles Tàpies, Cuixart y Pons del Dau al Set-, al poeta visual, revolucionario incomprendido y dramaturgo maldito del que sólo se conoce una ínfima parte de sus cerca de 400 obras de teatro escritas. "Es la primera vez que se hace un Brossa teatral en Madrid como espectáculo, y eso a pesar de que se cumplen 10 años de su muerte. Es un personaje que todavía incomoda, quizás no se le ha sabido entender en su contexto. La obra trata de acercarlo, de repetir las cosas que recuerdo que le gustaban o disgustaban", dice Santos, que se ha rodeado de los intérpretes Josep Maria Mestres, Antonio Comas, Inés Borrás y Mónica López para construir la sucesión de casi 19 escenas inconexas pero unidas por la emoción provocada por el autor catalán. "Si no pudiera escribir, en los momentos de euforia sería guerrillero; en los de pasividad, prestidigitador. Ser poeta incluye las dos cosas", afirmaba Brossa, que no tenía pelos en la lengua para denostar el mundo teatral porque no conseguía comprenderle. Santos asume así la herencia del enfant terrible del surrealismo español.
Brossalobrossotdebrossat, de Carles Santos. Teatro de la Abadía (Fernández de los Ríos, 42). Hasta el domingo. Precio: 22 euros. En castellano y catalán. (www.teatroabadia.com)
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