Francia libera a los 14 detenidos de la izquierda 'abertzale'

Los 14 detenidos en la madrugada del 23 de septiembre en diversas localidades del País Vasco francés en una operación contra Batasuna han sido puestos en libertad sin cargos y los registros llevados a cabo por la policía francesa en la sede social de la organización en Bayona finalizaron el viernes, según confirmaron fuentes de Abertzalen Batasuna. La operación policial se produjo en el marco de dos investigaciones independientes: una comisión rogatoria de las jueces antiterroristas francesas Laurence Le Vert y Marie Antoinette Huyvet por el atentado cometido en junio de 2006 contra el complejo Ostape, en Bidarrai, propiedad del hostelero Alain Ducasse, y una investigación preliminar dirigida por la Fiscalía Antiterrorista de París sobre la financiación del ilegalizado Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) tras las informaciones transmitidas por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Entre los detenidos estaba el portavoz de Batasuna en Francia, Xabi Larralde.

Los miembros de Batasuna Maite Goienetxe y Miguel Torre afirmaron ayer que "el Estado francés pretende destruir el proyecto" de su partido. "Quieren hacer desaparecer a Batasuna, pero nosotros seguiremos adelante". En su opinión, Francia, con operaciones como la llevada a cabo contra la dirección de Batasuna "tiene miedo del potencial de la izquierda abertzale".

En Francia, Batasuna no es un partido sino una agrupación ciudadana y forma parte, desde 2006, de la coalición electoral EHBai junto a la que fue su escisión en el País Vasco francés, Abertzalen Batasuna (AB), y Eusko Alkartasuna (EA), lo que le ha permitido recuperar algo de actividad política y presencia pública. La formación radical perdió en la región vascofrancesa todo su apoyo social en 2001, al romper ETA la tregua de Lizarra. Su radicalización y el apoyo sin paliativos que dio al regreso violento de la banda, arrasó las expectativas del mundo nacionalista y fue entonces el desencadenante de las primeras escisiones en su seno: AB en Francia, al igual que lo hacía aquí la corriente Aralar, liderada por Patxi Zabaleta y convertida hoy en un partido político.

Desde aquel momento, Batasuna ha sido en Francia una fuerza socialmente residual al huir sus votantes al independentismo no violento de AB. Aunque, paradójicamente, su organización y estructura en la región vasco-francesa se reforzaron como consecuencia de la ilegalización de Batasuna en España. Por ejemplo, esta formación representa el 3% de la coalición EHBai que alcanza el 15% de los sufragios, y cuenta sólo con una docena de ediles, pero dispone de más de diez liberados.

Además, consiguió romper el ostracismo al que le sometieron los partidos con la tregua de ETA en 2006, que fue aprovechada por Batasuna para lograr la deseada unidad abertzale entre todos los nacionalistas franceses. El atentado de la T-4 en Barajas supuso la salida del PNV de esa coalición en la que permaneció Batasuna junto a AB y EA.

La violencia de ETA ha sido un lastre que ha arrastrado el nacionalismo vasco-francés, donde perviven las actitudes ambiguas de los que, pese a aborrecerla, se resisten a su condena. Una prueba: en la última asamblea de AB celebrada en mayo, se negaron a romper la coalición con Batasuna.