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Howe Gelb, embajador de la erosión

El líder de Giant Sand, la banda que albergó varios años a Joey Burns y a John Convertino antes de la aventura de Calexico, es una caja de sorpresas. "La gente cree que soy aquello que me llaman. En Inglaterra se refieren a mí como el padrino del country alternativo. Otros me denominan uno de los fundadores del rock del desierto. Y todas son etiquetas restrictivas. Si quieres llamarme algo, llámame el embajador del erosion rock". Howe Gelb (Wilkes-Barre, Pensilvania, 1956) no se ha vuelto apocalíptico. Sólo busca comparar su música con los cambios del paisaje de Arizona: "Nada lo caracteriza tanto como la erosión. Incluso el nombre de mi grupo, arena gigante, refleja eso. ¿Qué es la arena? Roca erosionada". Y el secarral de Sonora no posee secretos para él: una inundación en Pensilvania obligó a su familia a instalarse en Tucson en 1972.

"La gente cree que soy aquello que me llaman. Son etiquetas restrictivas. Si quieres llamarme algo, llámame el embajador del 'erosion rock"
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Gelb acierta con el símil: siempre ha tendido a lo mutante, y sus canciones son proclives a la deconstrucción. "Para mí es algo natural, como lo era para los músicos del bebop que cambiaron la música en los cincuenta. Es el camino que escogí, y de ahí mi situación marginal en el mercado, pero también el secreto de mi longevidad. Gracias a ello el oficio aún me resulta excitante".

¿Howe se compara con los jazzmen? No tan raro: admira profundamente a Thelonious Monk y por fin ha publicado, en su propio sello, el disco de piano que venía acariciando. Pero vayamos a Giant Sand. Su primer álbum data de 1985. Y tras una veintena, acaba de publicar el brillante Provisions (Yep Roc / Discmedi), que probablemente no tendrá la repercusión del de Calexico. "Para mí el triunfo es seguir haciendo música. Nunca he tenido representante. Sólo ahora he contratado uno".

Quizá la magnífica acogida crítica de 'Sno angel like you (2006), su obra previa, firmada como Howe Gelb, le ha dado ánimo para exprimir algo más su imagen genialoide. Aquella vez le respaldó en el estudio un coro canadiense de gospel. "Al principio no sabía que estaba haciendo un gran álbum pero, visto lo visto, pretendemos sacar también uno en directo con el coro. Ahora que ya soy mayor, me gustaría entregar discos que suenen mejor que nunca".

Howe no anda corto de amigos. En Provisions colaboran Neko Case, M. Ward e Isobel Campbell, y se incluye una versión de un tema de PJ Harvey, The desperate kingdom of love: "La tocó para mí hace muchos años, nada más escribirla, y le dije que era una de las diez mejores canciones que había oído nunca".

Sus lazos internacionales le llevaron a completar Giant Sand en el último lustro con un trío de músicos daneses. "Al principio con ellos predominaba lo acústico, pero después fuimos incorporando electricidad. En mi caso, suelo asociar lo segundo a una vida más desesperada: cuando la gravedad irrumpe con fuerza y tira de ti hacia abajo, necesitas el pedal de distorsión y un amplificador".

El capo de Giant Sand también disfruta de su propia conexión española. "Mi hija conoció por casualidad a Amparo Sánchez en Tucson y la trajo a casa. Cuando hay invitados, no preparo una cena, hago canciones. Con Amparo grabé un par allí mismo, pero de momento prefiero concentrarme en mi disco de Córdoba. Ya casi la siento más hogar que Tucson".

¿Córdoba? Howe, de la mano de Fernando Vacas (Flow, Prin'La Lá), está inmerso en una obra compartida con gitanos flamencos de la ciudad andaluza. "Raimundo Amador ha metido en un par de cortes una vieja guitarra Harmony muy parecida a la mía. Y una noche actuamos juntos". Gelb se refiere al pasado 8 de julio en el Teatro de la Axerquía, dentro del Festival de la Guitarra. Además de ellos, Lin Cortés, Antonio El Perona y otros músicos envueltos en el proyecto. "Me identifico mucho con la improvisación que practican".

Su hiperactividad y la de Calexico chocan con lo que Howe piensa de Tucson: "Es una ciudad para gente no ambiciosa. El clima permite la pereza". Howe y Joey Burns (que prefirió pasar de puntillas sobre sus diferencias) no se hablan desde hace años, con el consiguiente trastorno para los múltiples amigos comunes, incluido John Convertino. "Yo les convencí para asentarnos con Giant Sand en Tucson. Luego mi mundo se derrumbó: me convertí en padre soltero tras mi divorcio y mi mejor amigo enfermó de cáncer en 1996. No me veía capaz de pensar en la música. Joey y John eran muy jóvenes, pero en lugar de tomar el mando temporalmente con lo que habían aprendido de mí, optaron por hacer su propio proyecto". Joey, según Gelb, no componía cuando entró en Giant Sand. "Él siempre ha sido muy ambicioso. Supongo que se siente un poco culpable, aunque a estas alturas no debería haber problema. Le llamé hace poco, saltó el contestador y le dejé un mensaje. Espero que me responda".

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