"Con el cuarto gol pierdes la concentración"
Muy a su pesar, Sergio Sánchez (Carbayín Alto-Siero, Asturias, 28-4-77) es uno de los protagonistas del momento en Primera División. Con los 19 goles encajados en cuatro jornadas, el portero simboliza la situación del Sporting, que ha firmado el tercer peor inicio de la historia de la Liga. Desde hace 50 años (Las Palmas en la 58-59) no se daban cifras tan negativas. Sergio, un tipo sobrio, da la cara un día después de haber recibido siete goles en el Bernabéu. Lo hace en un momento que también es difícil en lo personal. El guardameta atendió a este periódico mientras se dirigía a visitar a su madre, ingresada en la UVI del Hospital Central de Asturias por un problema cardíaco.
"El taconazo de Van der Vaart se va fuera, pero Iván Hernández lo desvía"
"No analicé los goles del Bernabéu, pero los tengo frescos en la memoria"
Pregunta. ¿Cómo lo lleva?
Respuesta. Bien, un poco cansado. Ha sonado mucho el teléfono, más que nunca. Me toca ser protagonista. Me gustaría serlo por haber ganado en el Bernabéu, pero las circunstancias son las que son y hay que dar la cara. Todos formamos el mundo del fútbol y tenemos que respetarnos. Y no me quejo. Estoy en una posición privilegiada, defendiendo la portería del club en el que quise jugar desde pequeño.
P. ¿Es el peor momento de su carrera?
R. A pesar de haber encajado esas derrotas tan abultadas, jugar en Primera con el Sporting es muy importante para mí. Los partidos con el Madrid y el Barcelona siempre son fechas marcadas en el calendario. A nadie le gusta encajar 13 goles en tres días, pero hay que quedarse con lo positivo. Si no estuviese en el Sporting, no lo podría vivir.
P. ¿Ha analizado los goles?
R. Los del Bernabéu aún no, pero los tengo frescos en la memoria. Y he visto algún análisis en la prensa equivocado. El taconazo de Van der Vaart se va fuera, pero lo desvía mi compañero Iván Hernández. Incluso creo que su intención era dar un pase a Raúl. Hasta esa mala suerte tenemos. Sólo tengo que reprocharme algo en el quinto, ya que tomo una decisión equivocada al salir a frenar a Robben. Pero es que con el cuarto gol, la concentración desaparece. Los otros tres partidos sí los he visto en vídeo y si los volviera a jugar, seguramente me volverían a meter los mismos goles, salvo en el último de Sevilla, que pude hacer algo más.
P. ¿Le molestó la celebración de Raúl?
R. En absoluto. Tiene todo el derecho a celebrar los goles como quiera, por lo que representa en el fútbol. Nunca lo consideraré una falta de respeto. Depende de las situaciones personales de cada uno y, en el caso de Raúl, se había hablado mucho de su mala racha. Yo estaba tan fastidiado que ni reparé en lo que hizo.
P. ¿Algo que reprochar a sus compañeros?
R. Si algo bueno tiene este equipo es la cohesión que nos dio el ascenso. Es importante mantenerlo cuando las cosas no van tan bien. Todos los estamentos del club hemos formado una especie de familia. La mejor prueba es que no hay ningún tipo de reproche por parte de los aficionados. La contrario. Hoy [por ayer] al llegar a Mareo nos encontramos con una pancarta de ánimo que decía: 'Juntos subimos y juntos lucharemos hasta el final'.
P. ¿Cuál es la crítica que más le ha dolido?
R. Siempre hay gente destructiva o malintencionada. Me quedo con las palabras de ánimo.
P. ¿Bastará para que el Sporting se mantenga?
R. Las estadísticas son para todos los gustos. Ahora sólo recibimos palos por los goles, pero las estadísticas también hay que utilizarlas a tu favor. No creo en ellas, pero también hay que recordar que el Valladolid perdió el año pasado 7-0 en el Bernabéu y se mantuvo.
P. Y mañana, el líder, Villarreal, en El Molinón.
R. Ahora mismo el Villarreal está en el mismo escalafón que el Madrid y el Barcelona. Acaba de tutear al campeón de Europa en su estadio. Quizá el nombre no imponga tanto, pero es un mal rival para salir del pozo. El cambio está en nuestra mano. Es lógico que ahora estemos un poco tocados. Tenemos que levantarnos.
P. ¿Sospecha que puede irse al banquillo?
R. No hago ese tipo de valoraciones. Yo, me dedico a entrenar y a aceptar cualquier decisión del míster.
P. ¿Cómo es su relación con su compañero de portería, Pichu Cuéllar?
R. Los porteros no estamos hechos de una pasta especial, pero entendemos lo que le pasa por la cabeza al compañero. Todos hemos padecido alguna vez situaciones como ésta.
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