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Hereu exige garantías de que la plusvalía del Miniestadi pagará la reforma del Camp Nou

Regidores socialistas quieren evitar la imagen de 'pelotazo' urbanístico

El Ayuntamiento de Barcelona quiere evitar a toda costa dar la imagen de pelotazo urbanístico en el proyecto del FC Barcelona que pretende levantar 1.625 pisos en los terrenos del Miniestadi. El asunto fue comentado abiertamente en una reciente reunión de parte del equipo de gobierno del alcalde, Jordi Hereu. Algunos regidores socialistas -entre ellos personas de la máxima confianza del alcalde- expresaron su preocupación por la imagen que podía quedar de un Consistorio que cede a las peticiones del club con unas relativas contrapartidas para la ciudad: tres equipamientos y la apertura del perímetro del estadio, ahora vallado, que pasaría a ser zona verde.

El club alega que planteó sin éxito una comisión mixta al Ayuntamiento

Por eso, varios regidores dijeron que sería necesario obtener del FC Barcelona el compromiso de que la plusvalía de la operación se destinara a la renovación del Camp Nou. ¿Cómo? Algunos hablaron de la firma de un convenio: que quedara claro que los beneficios de los pisos y del suelo terciario -unos 15.000 metros cuadrados- no irían a parar a otra cosa que no fuera la reforma del Camp Nou proyectada por Foster y cuyo coste se cifra en 250 millones de euros. En esa línea se expresaron, entre otros, Jordi William Carmes, Carles Martí y Assumpta Escarp. El edil de Urbanismo, Ramón García Bragado, no dio su opinión respecto a esa cuestión concreta, sino que se ciñó a las dimensiones del proyecto.

Tal como reconocieron posteriormente varios ediles socialistas, las recalificaciones no son finalistas y el convenio tendría la fuerza de "querer expresar un compromiso".

"Se puede entender que la ciudad coadyuve a que el Barça tenga un nuevo estadio porque, al fin y al cabo, se trata de instalaciones que dan una imagen potente de las ciudades", comentaba a este periódico un alto cargo municipal. "Pero que el beneficio sirva para sufragar la reforma del estadio es una cosa, y otra, que cale la idea de que la plusvalía de los pisos sirva para hacer fichajes o enjugar deudas", sostuvo otro edil. Y un tercero planteó este interrogante: "La actual junta pasa una situación delicada. ¿Está convencido el Barça de que con una hipotética futura directiva ejecutaría el proyecto?". El ex vicepresidente del club azulgrana Sandro Rosell, que ya ha anunciado que se presentará a las elecciones de 2010, se opone al proyecto de Norman Foster por considerarlo faraónico e innecesario.

Pese a su actual inestabilidad, la actual directiva azulgrana está firmemente decidida a seguir con el plan, aunque sabe que no volverá a gozar de paz social en este mandato. Además tiene algo claro: el dinero de la recalificación servirá para reformar el Camp Nou. Fuentes de la directiva señalan que ya propusieron al Consistorio crear una comisión con representación del Ayuntamiento y del Barça para garantizar que el capital servirá para reformar el estadio. "Nos vamos a poner de acuerdo: eso es seguro", dijo un representante del club.

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Las suspicacias de algunos ediles las comparten también las asociaciones de vecinos de Les Corts, agrupadas en una coordinadora. Consideran que la recalificación urbanística es muy generosa con la entidad y que reporta poco al barrio: "Un centro de asistencia primaria, una guardería y un colegio es lo que necesitarán los nuevos vecinos que se instalarán en los 1.625 pisos. Por tanto, los equipamientos no representan nada para el conjunto del barrio", argumentaron los responsables de la asociación de vecinos. El espacio destinado a tal fin en el documento inicial realizado por Urbanismo es de unos 7.000 metros cuadrados, el 10% del actual.

Una nota de prensa hecha pública ayer por el Ayuntamiento se refería de forma más lacónica a la propuesta de compromiso del Barça de reinvertir en el estadi: "Los beneficios de la actuación que obtenga el club los tendrá que destinar a las mejoras de sus instalaciones". En el mismo comunicado también se afirma: "Se debe reponer el suelo de equipamientos deportivos que el club quiera dedicar a otros usos". Sin más concreción. La nota, por otra parte, evita cualquier referencia al número de pisos que se podrían construir, precisamente lo que más solivianta a los vecinos.

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