Una defensa sin liderazgo

Sustituir a un líder requiere un esfuerzo ímprobo. El Sevilla cuenta entre sus filas con Javi Navarro, un jugador de esas características. Un futbolista de los que mandan con la mirada y a los que sus compañeros atribuyen una especie de superioridad moral. "Hay gente que tira del carro, una persona a la que se le ve el brazalete [de capitán], pero hay mucha gente tirando de la misma cuerda", cuenta el jugador, que aún se recupera de la lesión que sufrió en su rodilla derecha en la final de la Copa del Rey de 2007.

"Con lo que está pasando Javi Navarro, muchos habrían dejado la camiseta", reconoce Jiménez, quien no duda en aprovechar la experiencia del jugador. Y lo que está pasando son horas de ejercicios sobre la bicicleta, en la piscina, levantando pesas. Todo constancia. Con un único objetivo: volver a pisar el césped. Esta pretemporada, el técnico recurrió a él para que le ayudara con el trabajo de la zaga. Navarro no estará hoy en el Ruiz de Lopera para enfrentarse al Betis (17.00, PPV). Lo verá por televisión, "mucho más tranquilo". Si estuviera en el campo, a más de uno le resolvería la papeleta.

El Sevilla encajó 35 goles en la última temporada del central por 49 en la siguiente

"Ojalá vuelva Javi Navarro". Manolo Jiménez lanzaba la exclamación al aire cuatro días después de que el Sporting le endosara al Sevilla tres goles en 45 minutos. El técnico, sin embargo, insistió en que su equipo tenía mucha solvencia defensiva. Así que el deseo por el regreso de Navarro era eso, sólo un deseo. Ninguna crítica velada al resto de zagueros.

Pero lo cierto es que desde que el central valenciano se vio obligado a apartarse de los terrenos de juego por una lesión en la rodilla derecha, la zaga sevillista parece deshilvanada. En la temporada 2006/2007, la última que jugó Navarro, el Sevilla encajó 35 goles. En la siguiente, recibió 49, una tercera parte más.

Desde el club se reconoce que "la ausencia de Javi es notable por lo que transmite" pero se remarca que su baja está bien cubierta con Escudé, Squillaci, Fazio, Dragutinovic y David Prieto. Que es cuestión de tiempo que la defensa se compenetre, y sea un bloque. Así que en el Sánchez Pizjuán descartan fichar a nadie en el mercado de invierno.

"Le encantaría jugar este derbi", asegura uno de los jugadores que más minutos ha compartido con él en el campo. Y añade: "Tiene mucho amor propio y muchas ganas de jugar. Sólo por su orgullo, volverá". Su regreso, a pesar de todo, pende de un hilo. A sus 34 años, lleva muchos minutos acumulados en las piernas. Y sobre todo, en sus maltrechas rodillas. Sin embargo, como explica un jugador, "Javi Navarro nos vendría muy bien, porque es un gran defensa". Y un líder nato.