El ladrillo masivo empaña el paraíso
Los jubilados europeos residentes en Alicante reniegan del urbanismo salvaje
Vinieron de vacaciones y se quedaron a vivir. Ahora son pensionistas que tienen casa propia y disfrutan con el sol, la playa y las costumbres del litoral mediterráneo. Sin embargo, todos coinciden en que se ha construido demasiado, que el ladrillo lo ha invadido todo y el entorno natural se ha ido devaluando. Al imparable avance del hormigón, que ha deteriorado el paisaje paradisíaco que encontraron, se suman ahora otras amenazas como el encarecimiento de los precios de los billetes de avión, por la subida del combustible, y la previsible reducción del número de vuelos de compañías de bajo coste.
Alicante es la provincia de España con mayor número de extranjeros censados mayores de 65 años, en concreto el 19% del total de ese grupo de edad. Según el informe Las personas mayores en España, editado por el IMSERSO y correspondiente a 2006, un tercio de los 179.335 extranjeros mayores de 65 años de toda España residen en Alicante (53.491). La mayoría proceden del Reino Unido y Alemania. En cifras absolutas, Torrevieja es el municipio con más personas mayores extranjeras, casi 8.000 censados, y en Orihuela Costa existen varias urbanizaciones exclusivas para ellos.
La Marina Alta es otra zona con una importante colonia residente. Charles Svodoba, vivía en Ottawa (Canadá) donde trabajaba como diplomático, lleva 41 años casado con Elisa, que es sueca. En 1982 decidieron comprar una casa en Benissa. "Todo con licencia y con permisos oficiales", destaca. Svodoba ha sido uno de los promotores de la plataforma Abusos Urbanísticos No que durante los últimos años ha denunciado los atropellos que sufren algunos propietarios. Pese a esa batalla contra el urbanismo desaforado, Charles recuerda que vivieron atraídos por "el clima y la cultura" pero cuando llegaron encontraron "demasiado ruido y unas fiestas en las que torturaban animales, y eso no nos gusta". Ahora todo ha cambiado, "se ha construido mucho, algunos quieren vender y no pueden, la gente tiene miedo de comprar por si les estafan". Los ingleses usan una frase para resumir la situación actual de la Costa Blanca: "Precios altos, servicios malos y prácticas criminales".
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